Los sindicatos UGT y CGT denuncian el cambio sustancial de condiciones laborales de la plantilla aplicado recientemente en la empresa Avícola Galocha, una sociedad que «está caracterizada por su actitud mercantilista», indican las mismas fuentes, «y por la falta de empatía hacia la plantilla». Los dos colectivos hablan de un «afán desmedido por maximizar los beneficios» a costa «del esfuerzo y sacrificio de los trabajadores» y denuncian un cambio en los horarios de trabajo de la plantilla «que afecta a la conciliación» y que deja patente que «Avícola Galocha prioriza sus intereses económicos sin considerar el impacto negativo que estas medidas tienen sobre las personas».
La empresa, siempre según el relato de los sindicatos, comunicó a los trabajadores que aquellos que no estuvieran de acuerdo con los cambios podrían rescindir el contrato con derecho a indemnización. «Sin embargo, después la postura empresarial se tornó intimidatoria, exigiendo que el prejuicio» de los cambios «fuera demostrado por los trabajadores».
UGT y CGT insisten en que el derecho a adaptar la jornada laboral para conciliar la vida personal y familiar es una garantía colectiva, no un privilegio individual. «No es admisible que una empresa de esta envergadura desoiga este derecho fundamental, generando una brecha entre los derechos de los trabajadores y trabajadoras y sus propias exigencias productivas». Además, al haberse eliminado por el cambio de horarios el complemento de nocturnidad, la medida afecta también al bolsillo de la plantilla.
«Nos comprometemos a emprender movilizaciones y todas las acciones legales necesarias para garantizar el respeto a los derechos laborales y sociales de los empleados, defendiendo su dignidad frente a una empresa que demuestra una total falta de compromiso humano y social», apostillan los sindicatos. «Ignorar los derechos de la plantilla no solo es un incumplimiento legal, sino también un desprecio a quienes hacen posible el funcionamiento de la empresa», concluyen las mismas fuentes.