2.430 zamoranos trabajan en sectores en los que este año se renovarán los convenios colectivos. Son los que se emplean en el transporte de mercancías por carretera, comercios de alimentación, tintorerías, ciclo integral del agua y estomatología, sectores que en las próximas semanas comenzarán a hablar de incrementos salariales y de ajustar la jornada laboral a los estándares por los que, parece, va a encaminarse la legislación: 37,5 horas.
Como suele suceder en Zamora, las negociaciones se anticipan complicadas. La patronal no está por la labor de aprobar subidas del tres por ciento como las que pretenden los sindicatos y asegura que la reducción de jornada será lesiva para las empresas de la provincia. El secretario general de CEOE-Cepyme, Ángel Hernández, defiende que las condiciones laborales del mercado laboral de Zamora «no son equiparables» a las existentes en otras regiones del país y defiende la negociación colectiva como marco para alcanzar acuerdos y no la «imposición del Gobierno» bajo unos criterios, defiende CEOE, «más políticos que económicos».
Trinidad Acebes y Juan Escudero, secretarios provinciales de Comisiones Obreras y UGT, aseguran por su parte que son necesarios unos incrementos salariales mínimos del tres por ciento para este año. Cifra con la que no coinciden los empresarios, que recuerdan que el IPC «ha subido un 2,8%» y que las subidas «deberían estar más en ese entorno».
Mismos argumentos para lo que refiere a la anunciada subida del Salario Mínimo Interprofesional, que «ha subido un treinta por ciento en los últimos años» según CEOE y que lastra la competitividad de las empresas de la provincia, siempre según el argumentario de la patronal. No coinciden evidentemente los sindicatos, que celebran que los incrementos de los últimos años han logrado mejorar la calidad de vida de los trabajadores con sueldos más bajos.
Convenios caducados
Sobre la mesa, a mayores de los cinco convenios que se van a negociar, están los atrasados de otros años. Gases licuados del petróleo, madera y panaderías datan del ejercicio pasado y hay otros dos, pompas fúnebres y cines, que vienen desde el año 2020. Obviando el caso del último, «ya que es una solo empresa de carácter familiar» la que está afectada en la provincia, sí es relevante lo que sucede con las funerarias. Los sindicatos apostillan que «un encargado de limpieza de Valladolid cobra lo mismo que un gerente de empresa en Zamora, así que es normal que las empresas estén cómodas y no quieran cambiar» las cosas.