La provincia de Zamora perdió el año pasado 462 trabajadores en favor de otros territorios del país, conformándose como lo que viene siendo en los últimos años, un terreno que envía mano de obra (muchas veces cualificada) a otras provincias al no existir aquí unas oportunidades laborales que puedan rivalizar con las que hay fuera.
Los datos vienen del estudio de movilidad geográfica elaborado por el Ministerio de Hacienda, que compara los datos del año 2023, el más actual, con los del ejercicio inmediatamente anterior. En este contexto puede determinarse que Zamora ha perdido más de un trabajador diario durante el año 2022. Se fueron de la provincia a otras zonas del país un total de 1.587 personas. Las que entraron, 1.125, fueron totalmente insuficientes para compensar el saldo.
Pero hay más, porque estos datos hablan del saldo migratorio en el marco nacional. Pero en Zamora también se pierde población a nivel regional. En 2023 llegaron a la provincia 492 personas de las otras ocho provincias de la comunidad y marcharon 952 personas. En total, un saldo negativo de 460 personas dentro de los márgenes de la comunidad.
Sin embargo, los datos indican que a finales de 2023 había en Zamora más asalariados que a finales de 2022. Esto es posible por un incremento de la población activa producido durante el ejercicio pasado. En Zamora hay 60.637 asalariados, según los datos que maneja la Agencia Tributaria relativos al término del año 2023.
La cuestión salarial
La explicación a esta «fuga» de mano de obra hay que buscarla, primero, en las mayores oportunidades laborales que hay fuera de Zamora y, segundo, en los salarios. Fuera de Zamora se gana más. No es una frase hecha, está respaldada con datos. El salario medio anual de las personas que se quedaron en la provincia aumentó en unos 1.492 euros al año en 2023 en comparación con 2022, de manera que se situó en 22.179 euros. En cambio, los emolumentos de las personas que se fueron ascendieron en 2022 a 25.015 euros. Es decir, los que se han ido lo han hecho porque ganan, de media, casi 3.000 euros anuales más que quedándose en Zamora.
De hecho, uno de los grandes problemas que la provincia tiene para retener mano de obra son los bajos salarios. En ninguna otra zona del país se «premia» tan poco la fidelidad de un trabajador a su tierra. Los trabajadores que permanecen en sus provincias lo hacen porque ganan, en todos los casos (al menos en la comunidad) más que en Zamora.
Los destinos
Por lo que refiere a los destinos, y hablando a nivel regional, Valladolid es la provincia que más mano de obra zamorana recibe. Sacando la diferencia entre entradas y salidas, el año pasado 316 personas de la provincia encontraron trabajo en la provincia vecina. La segunda posición es para León, que recibe a 63 personas. Con casi todas las provincias de la comunidad el saldo es negativo. A Salamanca marcharon, una vez ponderadas entradas y salidas, 53 personas; a Palencia, 8; a Burgos, 13; a Segovia, 7 y a Soria, 2. El saldo solo es positivo, en una persona, con Ávila. Cifras que, con todo, no llegan a las registradas en la comparación con Madrid, provincia con la que Zamora perdió 237 trabajadores el año pasado, una cantidad solo superada por Valladolid.