Con la mirada fija en el suelo, tapado con la capa y con las manos cruzadas agarrando un farol. En esa postura, la tan típica estampa de los cofrades de Las Capas, desfila la escultura inaugurada hoy frente a la iglesia de San Claudio de Olivares. Una escultura que es obra del fallecido artista zamorano Ricardo Flecha y que supone un homenaje «no solo a los cofrades de Las Capas, sino a todos los miembros de cofradías y hermandades de Zamora».
La escultura ha sido instalada con el visto bueno de la Comisión Territorial de Patrimonio, necesario habida cuenta de que San Claudio y su entorno son considerados Bien de Interés Cultural. Se trata de un cofrade a tamaño natural, si acaso algo más grande, de 1,95 metros de alto con una base de ochenta centímetros. Se ha instalado directamente sobre el suelo, sin ninguna peana ni elemento que lo separe de la acera. Detrás del cofrade una placa homenajea a los difuntos: «En homenaje a los que fueron, a los que son y a los que serán».
La escultura ha sido elaborada en una fundición de Granada y se basa en un boceto realizado por el autor zamorano. La instalación ha tardado algo más de lo esperado por los necesarios permisos, derivados del entorno protegido en el que se instalará. Supone una inversión de 30.000 euros cofinanciada por Ayuntamiento de Zamora, Diputación de Zamora y Caja Rural de Zamora, a raíz de 10.000 euros cada uno.