Un grupo de adolescentes de Castilla y León, entre ellos varios de Zamora, ha vivido esta madrugada un episodio casi de surrealismo en lo que tendría que haber sido el inicio de su viaje de intercambio a Noruega. Los alumnos de instituto tendrían que haber volado a las seis y cuarto de la mañana rumbo a Frankfurt para, desde ahí, coger un enlace hacia Stavanger, en el país nórdico, pero nada de eso sucedió por «un lamentable error en la emisión de los billetes».
Así ha justificado el coordinador de la Junta ante las familias el hecho de que, al llegar al mostrador, el grupo se encontrara con la desagradable sorpresa de que nadie había confirmado sus pasajes y de que la compañía aérea había vendido a otras personas los asientos que supuestamente estaban reservados para ellos. Y, claro, no había manera de reubicar a 50 personas.
Conviene recordar que la Junta es la institución que organiza este viaje con los centros públicos de Secundaria, aunque el coordinador ha aludido en este caso a una falta de entendimiento entre la compañía aérea y la agencia de viajes encargada de la gestión. El caso es que los chicos no pudieron volar cuando estaba previsto, y está por ver si lo pueden hacer en un momento próximo: «Estamos dudando si deshacemos o no la maleta», ha señalado una madre de las adolescentes afectadas.
Por lo pronto, los chicos y chicas regresaron de madrugada a Segovia y a Valladolid, los lugares desde donde habían salido en autobús hacia el aeropuerto, y en las últimas horas han sido recogidos por sus padres para traerlos de vuelta a casa. En principio, la idea que transmite la organización es que, a lo largo de la semana, podría buscarse otro vuelo, pero el tiempo corre y, de momento, no hay solución.
La situación afecta a las familias españolas, pero también a las noruegas, las encargadas de acoger a los adolescentes de Castilla y León del mismo modo que sus hijos habían sido recibidos aquí. De momento, también les tocará posponer los planes previstos con la esperanza de que todo se resuelva, habida cuenta de que los billetes de vuelta – estos sí confirmados – están fijados para el 8 de febrero.
Alguna de las familias consultadas indica que la culpa puede ser de la agencia de viajes, pero la responsabilidad de la Junta, y advierte de situaciones difíciles de gestionar, como el permiso de la Guardia Civil para el desplazamiento de menores o el hecho de tener que organizarse para llevar de nuevo a sus hijos a Valladolid entre semana si finalmente se encontrara otro vuelo para completar el viaje.
Lo que está claro es que, de momento, los estudiantes están en casa tras una noche muy movida, a la espera de que alguien les ofrezca una solución para poder completar el intercambio que tanto tiempo llevaban esperando.