Los robos de galgos siguen produciéndose en la provincia de Zamora y tienen en jaque a los galgueros de las zonas con más actividad de caza. La última sustracción denunciada en la provincia se ha producido en Torres del Carrizal y afecta a una galga llamada Kala de Lorena, conocida en el mundillo por ser este año semifinalista de las fases previas del Campeonato de Castilla y León. Fue robada, supuestamente, este miércoles.
Una situación que se produce semanas después de que los galgueros de Tierra de Campos y de la comarca de Benavente denunciaran la presencia cada vez más habitual, indicaban en declaraciones a este periódico, de galgueros furtivos que cazaban las liebres aprovechándose de visores térmicos. Una práctica ilegal, aseguraban los cazadores de la zona, y que está siendo investigada por la Guardia Civil. Como también se está investigando ahora la sustracción de esta galga en Torres del Carrizal, más cerca de Zamora.
El nuevo robo llega apenas unas semanas después de que la Guardia Civil anunciara que investiga a trece personas por la oleada de robos de galgos de finales del año 2023 en la provincia de Zamora. Hasta el momento se han recuperado doce perros y se han esclarecido 24 hechos delictivos. El robo de galgos, como ya informara este periódico a finales del año pasado, se convirtió en un problema recurrente para los galgueros zamoranos, especialmente para los del alfoz de Toro, Guareña, Tierra de Campos y Tierra del Vino.
Por lo que respecta a los hechos de 2023, la Guardia Civil pudo comprobar que los ladrones tenían su base de operaciones en el barrio de Buenos Aires, en Salamanca capital. Los cacos daban después salida a los animales a otras provincias del país, fundamentalmente, aunque también los vendían en Salamanca.
El Equipo Roca de la Guardia Civil de Zamora, a día de hoy continúa con las gestiones para la localización del resto de los canes sustraídos y su devolución a sus legítimos propietarios, por lo que solicita colaboración ciudadana en caso de la localización o avistamiento de algún perro de raza galgo que pudiera considerar provenir de algún hecho delictivo o estuviera abandonado.