Ni «sanchista ni tudanquista». Ni «el candidato de Ferraz ni de nadie». Carlos Martínez, alcalde de Soria, ha dado este miércoles el paso que llevaba semanas anunciándose y se ha postulado como candidato a liderar al PSOE de Castilla y León, decisión que se oficializa apenas 24 horas después de que Luis Tudanca confirmara que renuncia a continuar en la carrera.
Martínez aspira a ser el candidato de consenso entre las nueve federaciones socialistas provinciales después de días de debate interno para intentar buscar una salida que tuviera el menor ruido posible. El proceso, con todo, queda marcado por la influencia de Ferraz, que primero obligó a modificar el calendario de primarias que planteaban los socialistas castellanoleoneses y que ahora presenta, de momento como única opción, a un candidato considerado como oficialista.
El alcalde de Soria apunta que pretende «liderar el rearme ideológico» del PSOE desde la «solidez» de los valores socialistas. «Es una decisión muy meditada y dialogada con la militancia y con cargos autonómicos y nacionales», apostilla Martínez. «Han sido unos meses intensos de reflexión personal y colectiva».
Sobre la relación con Tudanca, a quien ha ubicado en «diferentes trincheras» durante los procesos internos, Martínez ha defendido que «el diálogo siempre ha sido franco y sincero. Siempre he encontrado en él un aliado para transformar la ciudad de Soria», apunta. Y, como ayer hizo el secretario general de Zamora y están haciendo el resto de represenantes socialistas, Martínez ha agradecido la «generosidad» de Tudanca al dar un paso atrás. «La honestidad y la generosidad mostrada con este paso a un lado ha permitido avanzar en este cambio, en este rearme ideológico que pretende un cambio de rumbo cimentado sobre la solidez de nuestros valores», añade.
Por lo demás, Carlos Martínez aboga por «pisar terreno» y por «trabajar en equipo con las federaciones provinciales. Necesitamos a las nueve ejecutivas trabajando al cien por cien para hacer cosas diferentes a las que se han hecho en 40 años de gobiernos de derechas», los que prácticamente van desde que Demetrio Madrid dejara de ser presidente de la Junta de Castilla y León en 1987.
Sobre la posibilidad de un adelanto electoral, aunque asegura que ve a Mañueco «muy cómodo en el cargo», ha reconocido que la decisión la tomará el presidente «cuando más le interese». Mientras, «nosotros a lo nuestro, a trabajar, a pisar la tierra y a ponerle ganas para revertir la situación», concluye.