Fermoselle trabaja ya en las actuaciones para restaurar ecosistemas, acciones que se llevan a cabo dentro de las impulsadas en el marco de la Reserva de la Biosfera Meseta Ibérica. Y se ha comenzado por el plan de recuperación del águila perdicera, una especie que se encuentra en peligro de extinción y de la que Fermoselle cuenta con dos parejas establecidas en su entorno de las de 17 que hay en Castilla y León, única comunidad autónoma de España con presencia de este animal.
En torno a estas dos parejas se ha realizado el proyecto, que tiene como fin último afianzar las poblaciones existentes y mejorar su situación. Así, se ha llevado a cabo, informan el Ayuntamiento y los responsables de la Reserva, la primera contratación pública para reconstruir los cuatro palomares que hay en el pueblo. El conocido como palomar de «Las Jarrinas» ya está rehabilitado y se trabaja en los tres restantes.
Por otro lado, se han realizado actividades de desbroce y siembra de más de 18 hectáreas en parcelas cedidas por los vecinos para la alimentación de dichas palomas y con interés en mejorar las poblaciones de especies cinegéticas como la perdiz roja, el conejo, o la liebre europea, actualmente en declive en esta región.
Se están realizando censos periódicos de manera mensual mediante observación directa, para contabilizar dichas poblaciones, así como otras especies de aves rapaces, que tienen particular interés en la zona, como puede ser el águila real, el buitre leonado o el alcaudón real.
Otras actuaciones
Con la subvención recibida, de 289.000 euros, se trabaja además en incentivar la actividad agrícola en la zona afectada por el incendio de 2017, en la prevención de fuegos y en la promoción del patrimonio natural. Así, se ha comenzado el desbroce de caminos en zonas que eran prácticamente inaccesibles a pie y que ahora podrán constituir senderos accesibles en caso de un nuevo incendio.