El Ayuntamiento de Toro cierra el año 2024 con una adjudicación de obras por valor de algo más de un millón de euros. Actuaciones incluidas en los presupuestos del año pasado que se han puesto en marcha en las últimas semanas de este año, como explicaba la alcaldesa de la ciudad en la entrevista publicada este domingo por este periódico, para que las partidas presupuestarias no decayeran con la entrada del 2025.
Por partes, se ha adjudicado a la empresa Vilor Infraestructuras la construcción del muro de paneles de hormigón en varias parcelas de la calle Negrillo para solventar los desprendimientos de los últimos años, una actuación que conlleva un importante de 437.899 euros procedentes de fondos propios del Ayuntamiento de Toro.
En segundo lugar, se ha adjudicado a Recorsa la renovación de pavimentos y redes de agua en dos lotes. El primero corresponde a las calles de Santo Domingo y a la pavimentación de la calle El Sol en Tagarabuena (180.979 euros) y el segundo, a la pavimentación y renovación de redes y canalizaciones del vial norte de la plaza de Santa Marina, adjudicado por 378.847 euros. Las obras están financiadas al 70% por la Diputación de Zamora y el treinta por ciento restante lo aporta el Ayuntamiento de Toro.
Por 44.003 euros se ha adjudicado a la empresa Estejosan el contrato de menor de obras para el derribo del inmueble ubicado en el número 10 de la calle de Santo Domingo, un inmueble municipal sin uso y que conlleva unos «costes excesivos» por mantenimiento. Se hace además necesario el derribo, explica el Ayuntamiento de Toro, para liberar el espacio y «dignificar el acceso al pabellón polideportivo y a su vez para una posible utilización del espacio resultante para usos de carácter deportivo o de esparcimiento para la ciudad», evitando «el impacto negativo que la tipología» del edficio «tiene sobre el conjunto histórico».
Por último, cabe destacar la adjudicación, por 14.995 euros, de la adecuación de la nave en el antiguo matadero para perrera municipal y la redacción de los documentos necesarios para descatalogar el inmueble conocido como «Carnicerías» para, posteriormente, demolerlo.