El Camino de Santiago de la Vía de la Plata cierra en el año 2024 un ejercicio en positivo que no esconde la delicada situación real que vive. En los últimos doce meses han llegado a Santiago de Compostela 9.028 peregrinos que optaron por este camino para peregrinar a la ciudad santa, lo que equivale a menos del dos por ciento del total de las llegadas. Es un trece por ciento más que hace un año, cierto, pero la comparación con los datos de hace una década (año 2015) indica que la Ruta de la Plata se encuentra entre los pocos caminos que no crece.
Al contrario, llegan ahora a Santiago de Compostela menos peregrinos por esta vía que hace una década. Un diez por ciento menos, para ser concretos, en un escenario general de «boom» del número de peregrinos. Los datos totales, de hecho, indican que en el año 2024 recorrieron el camino 499.239 personas, prácticamente el doble de las 262.444 de hace una década. Un incremento que no se nota en los datos de los caminos que pasan por Zamora, que son la Ruta de la Plata y el Mozárabe Sanabrés, para el que la Oficina del Peregrino no dispone de datos detallados.
Pero los datos para la provincia son todavía peores porque, si la Vía de la Plata la recorren «solo» nueve mil personas al año, la mayoría de ellas no pasa por Zamora. Y es que, según los datos de la Oficina del Peregrino, más de la mitad de los caminantes inicia el recorrido desde Orense, prácticamente a las puertas de Santiago de Compostela y ya superadas las etapas de Zamora. El año pasado 1.791 personas iniciaron su recorrido en Sevilla, 331 en Salamanca y 328 en Zamora. Por lo que refiere a la provincia ,168 comenzaron en Granja de Moreruela, 156 en Puebla de Sanabria y 21 en Benavente.
Preocupación
La Asociación Zamorana de los Caminos de Santiago emitió hace unos días una nota en la que se hacía eco de la preocupación existente por la situación actual, de falta de crecimiento de los recorridos que pasan por la provincia, y emitía una serie de recomendaciones a las instituciones. «Podemos ver, por ejemplo, la dejadez en los caminos, que pone en evidencia la desidia y falta de compromiso de los responsables de su mantenimiento», indicaban.
«Nos encontramos a dos años de la próxima celebración del Año Santo Compostelano. Estamos en el momento idóneo para tratar de salir del estancamiento en el que llevamos décadas por falta de implicación de los que tienen la competencia y la obligación de mantener vivo este legado inmaterial que representa el Camino de Santiago», zanjaba el colectivo.