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Zamora regresa este martes a la rutina posterior a la Navidad – o casi, a la espera del retorno de los niños al colegio – con una jornada en la que las nubes volverán a imponer su ley, tras un día de Reyes en el que ha brillado el sol en la práctica totalidad de la provincia.
Lo que no se esperan son lluvias, más allá de la posibilidad de alguna precipitación aislada por la mañana, ni demasiados cambios en las temperaturas. En la capital, los valores oscilarán entre los tres de mínima y los once de máxima, según la previsión de la Agencia Estatal de Meteorología.