Zamora sufre lo que ya puede considerarse como una ola de vandalismo. A los contenedores quemados en las últimas jornadas, a la basura que aparece esparcida por los alrededores de los contenedores en diversas zonas de la ciudad, a las pintadas realizadas en el parque infantil de Las Viñas antes siquiera de que pudiera ponerse en marcha y a los robos de árboles recién plantados en las medianas y aceras de las travesías (algo que se sigue produciendo) se suman ahora cuatro nuevos contenedores quemados en el barrio de San Frontis.
El mobiliario urbano fue vandalizado en la madrugada del jueves al viernes y ha ardido por completo, con el riesgo que ello supone para la zona o para los coches que pudiera haber aparcados alrededor. El fuego obligó a la intervención de los bomberos y, como sucede con el resto de actos vandálicos registrados, la Policía Municipal investiga los hechos para intentar localizar a los responsables.
Los contenedores ya han sido repuestos, solo lo cual ya conlleva un gasto innecesario de dos mil euros para las arcas públicas del Ayuntamiento de Zamora. Eso sin contar el valor del tiempo en el que los trabajadores han tenido que estar sofocando fuegos, limpiando la zona y colocando los contenedores.
Según los datos que maneja el concejal Pablo Novo, durante el año pasado se quemaron en la ciudad de Zamora un total de 47 contenedores de basura, lo que a una media de 500 euros se traduce en unas pérdidas para el erario público de más de 20.000 euros que podrían haber estado destinados a otros usos. A ellos hay que sumar siete que se han destrozado por ser arrojados ladera abajo en la calle de Castro, en el barrio del Espíritu Santo, cerca del bosque de Valorio.