El Pleno de la Diputación empezaba a las diez, y antes de las diez y veinte ya había terminado. La sesión ordinaria de diciembre en la institución provincial se resolvió sin debate en el orden del día, con los asuntos de carril aprobados y con apenas una escaramuza en la moción presentada por Izquierda Unida para solicitarle a la Junta una moratoria en la concesión de las licencias a las plantas de biogás en Zamora.
La encargada de defender la propuesta fue la portavoz de Izquierda Unida, Laura Rivera, que argumentó lo mismo que había trasladado unas horas antes a la prensa y que demandó que la Diputación instara a la Junta a frenar la aprobación de estas plantas hasta que se apruebe el plan regional que se está redactando para regular la implantación de unas industrias que están generando rechazo en algunos puntos del territorio.
Rivera trató de convencer, pero no lo consiguió. Ni con el PP ni con el PSOE o Zamora Sí. Solo Izquierda Unida apoyó su propio texto. El resto, abstenciones. Aún así, ya con el asunto despachado, el presidente provincial, Javier Faúndez, quiso intervenir para explicar que la Junta está preparando ya el proyecto del plan regional del biometano, aunque apuntó que se trata de un documento que vendrá a poner sobre el papel «los criterios que ya están aplicando».
Faúndez dijo haber conversado con la Junta sobre este tema y defendió las garantías existentes a la hora de conceder las licencias: «Todos los proyectos garantizan una participación pública e intensa, y así seguirá siendo con el próximo plan», zanjó el mandatario alistano, antes de mandar buenos deseos para el año próximo. Con el presupuesto ya aprobado y con los plenos rematados, 2024 empieza a ser historia en la institución.