La Diputación de Zamora tendrá que gestionar una inversión de 184.000 euros de la Junta de Castilla y León destinada a que los municipios de menos de dos mil habitantes de la provincia cuenten con un desfibrilador semiautomático que sea utilizado en caso de accidentes laborales.
Esta nueva medida se pone en marcha desde la Dirección General de Trabajo y Prevención de Riesgos Laborales con el fin de mejorar la respuesta en caso de un accidente cardiovascular o cerebrovascular en el ámbito laboral, aunque la instalación de los equipos va a permitir que toda la población del municipio se beneficie de este equipamiento. En la provincia esta inversión afecta a todas las localidades salvo Zamora, Benavente, Toro y Morales del Vino.
En este sentido cabe señalar que, cuando se produce una parada cardiaca fuera de un centro sanitario o en su lejanía, la intervención inmediata de personal que no siendo sanitario esté formado en la práctica de maniobras de resucitación cardiopulmonar (RCP) y en la aplicación de desfibrilación precoz, constituye un eslabón fundamental tanto para la supervivencia como para evitar daños neurológicos o secuelas irreversibles en las víctimas.
La dispersión geográfica y el envejecimiento de la población son también condicionantes que aconsejan la instalación de este tipo de equipos y de personas con la formación necesaria para su uso en los pequeños municipios de la Comunidad.
La aportación económica de la Junta de Castilla y León asciende a 1.586.000 euros y su distribución entre las entidades provinciales y comarcal se ha realizado de forma proporcional al número de municipios de menos de 2.000 habitantes en cada ámbito territorial. Asimismo, la Consejería de Industria, Comercio y Empleo ha previsto formalizar el anticipo del 100 % de la subvención concedida.