El traslado del crucero de las Tres Cruces, que se moverá unos metros desde su ubicación actual hasta el centro de la avenida de Cardenal Cisneros para ser el elemento central de la nueva rotonda, se producirá después de Semana Santa. A día de hoy la actuación cuenta ya con todos los permisos salvo el de la Comisión de Patrimonio, que llegará en próximas fechas. Sin embargo, los trabajos no llegarán a este punto hasta después de la Pasión, fechas en las que el crucero juega un papel fundamental en la madrugada del Viernes Santo. Será, eso sí, el último año en el que la procesión de Jesús Nazareno dé la vuelta al crucero en su ubicación actual.
Por lo demás, la reunión del Comité de Coordinación de las obras de las travesías, celebrada este miércoles, pone de manifiesto el buen ritmo de las obras. Las tres travesías están ejecutadas, en su conjunto, a un 35% del total, lo que hace aventurar que las obras podrían incluso finalizar antes del plazo previsto (31 de diciembre de 2025). En alguna travesía el porcentaje de obra terminada es incluso mayor.
El subdelegado del Gobierno, Ángel Blanco, reitera que los trabajos pararán este viernes y permanecerán inactivos hasta el 7 de enero, cuando se reanudarán. El objetivo es que el tránsito por la ciudad sea más fluido durante las fiestas navideñas, cuando llegan a Zamora emigrados, turistas y familiares, con el consiguiente aumento de la circulación de vehículos por la ciudad. Se pondrán en servicio los tramos que estén preparados y se señalizará debidamente las afecciones en los que continúen las obras.
Tanto Blanco como Francisco Guarido, alcalde de Zamora, celebran el buen funcionamiento de las contratas y reafirman que «se hizo bien al solicitar la inversión», que supera en su conjunto los veinte millones de euros y que dejará «una ciudad más transitable y mejor» cuando finalicen los trabajos. «Era una oportunidad única que Zamora ha sabido aprovechar», apuntan ambos representantes públicos.
Carriles bici
En el buzón oficial habilitado, por lo demás, se han depositado únicamente cuatro quejas. Algunas, relativas al hecho de que Requejo y la avenida de Galicia no tendrán un carril bici como sí tendrá Cardenal Cisneros. Los representantes institucionales explican que «no es posible» adecuar una zona para ciclos en estas travesías porque «no hay espacio» para hacerlo y mantener, además, los mismos carriles para vehículos existentes antes del inicio de las obras.