Galgueros de las localidades de Tierra de Campos, del entorno de Benavente e incluso de la zona cercana a Valderas, en León, denuncian la presencia, «cada vez más intensa» según relatan, de cazadores de liebres furtivos en los cotos de caza de la zona. Unas personas que llegan a los pueblos «con visores» que permiten localizar la presencia de liebres a muchos metros de distancia, sin necesidad de bajarse de los coches y, muchas veces, sin que sea necesario siquiera abandonar los caminos.
Una vez localizadas las liebres, los furtivos «sueltan a los galgos y las corren», acabando con las presas de caza del coto y dejando sin nada que llevarse a la boca a los galgueros locales, hartos ya de «patear el campo» durante horas sin encontrar presas «en parte, porque se las han llevado estos furtivos».
La Guardia Civil de Zamora es consciente de la problemática, aunque asegura que no se trata de una situación que esté generalizada en la comarca. Sí constan, sin embargo y según la información facilitada a este periódico por parte de la Benemérita, varias denuncias interpuestas por la presencia de estos presuntos furtivos en la zona noreste de la provincia de Zamora. No se ha esclarecido ningún caso, aunque la Guardia Civil asegura que sí se ha intensificado la vigilancia en la zona para evitar estos hechos.
En la zona aseguran que la presencia de cazadores ilegales con visores se ha extendido de forma «alarmante» en los últimos «dos o tres años». Furtivos, dicen los galgueros (que rehusan que su nombre conste en esta información), «siempre ha habido», pero se han convertido en un problema ahora. «Con los visores, pueden cazar todas las liebres que haya en un pueblo en dos horas. Detectan a las liebres, las corren, las matan y no los ha visto nadie».
La problemática afecta también a los agricultores, ya que estos cazadores ilegales pasan con los todoterrenos por las tierras sembradas, causando destrozos. «Los agricultores nos ceden los terrenos para que los cotos de caza puedan renovarse, les preparan unos daños terribles y al final vamos a pagar justos por pecadores cuando no se pueda cazar», apuntan las mismas fuentes.
El uso de los visores
El uso de visores térmicos en el campo está permitido. Son, de hecho, un elemento bastante usado por paseantes y en particular por avistadores de pájaros, ya que resulta mucho más fácil localizar seres vivos cuando se mira a través de él. Su uso en la caza está prohibido, pero para que sea ilegal su uso debe hacerse a la vez que se está cazando. Es decir, «tener un visor en una mano y sujeto al galgo con la otra. Es una trampa muy fácil de hacer», dicen los galgueros.
El sector pide modificar la normativa actual y que sea necesario un permiso especial para llevar el visor en el coche, aunque no se esté usando. «Como sucede con una escopeta, por ejemplo». Además, es habitual que la actividad de estos ilegales se lleve a cabo además en días en los que la caza no está permitida en los cotos a los que acuden.
Los cazadores piden más presencia de la Guardia Civil en la zona. «Hay veces que les llamas pero como tarden un poco en llegar, ya se han ido de la zona. Esto tiene que ser un visto y no visto», reconocen las mismas fuentes.