La asociación NaturZamora ha realizado este martes una nueva intervención en la caja nido de los halcones peregrinos que se ubica en la azotea de los Nuevos Ministerios. Con la colaboración del centro Lorenzo Milani de Salamanca y con el respaldo de la Junta, los miembros del colectivo han podido arreglar los desperfectos de la caja, financiada en su día por el Ayuntamiento, así como fortalecer parte de su estructura, que se había visto un poco deteriorada por causa de los fenómenos meteorológicos adversos acumulados desde su instalación en 2017.
En concreto, los trabajos han permitido reforzar el techo con una segunda lámina de madera, y hacer lo propio con el suelo, que también se ha sujetado con escuadras de aluminio para evitar que ceda con el peso del sustrato colocado encima, de mayor grosor que el inicial. NaturZamora ha utilizado zahorra de arcilla en una tarea en la que también se ha podido ampliar la entrada para dotar de mayor espacio interior a la caja nido.
Conviene recordar que diciembre es el mes en el que empieza el celo de los halcones peregrinos en la región. De hecho, desde hace días, los dos ejemplares de los Nuevos Ministerios, Brisa y Viento, ya frecuentan la caja nido y se les puede ver sobrevolando con cierta frecuencia el parque de León Felipe. Allí, se llaman con insistencia entre ellos mediante «gritos muy audibles», hacen vuelos de exhibición y se posan a menudo en la entrada del nido. Ante esta situación NaturZamora decidió no demorar más la intervención logística y dejar listo el nido para la que, se espera, sea la segunda temporada de cría de estos dos halcones.
La vida de los ejemplares
Brisa llegó a la ciudad en el año 2022 aún joven, procedente de un programa de introducción de la especie en el casco urbano de Madrigal de las Altas Torres como método para la lucha contra las superpoblaciones de palomas bravías. Pero esta joven hembra decidió viajar y acabó asentándose en Zamora. Por lo tanto, ahora acaba de entrar en su tercer año de vida y ya es un halcón peregrino totalmente adulta.
Mientras tanto, Viento es un macho adulto que procede de un programa similar en Villamayor (Salamanca). Entre marzo y junio, Brisa y Viento sacaron adelante dos crías, ambas hembras, que fueron marcadas con anillas de lectura a distancia y que fueron bautizadas como Urraca y Madrigal, la primera en honor a la mítica reina de Zamora y la segunda al lugar de origen de su madre.
Precisamente, Brisa porta un dispositivo GPS que permite que los naturalistas puedan seguir sus movimientos diariamente durante toda su estancia en la ciudad, lo que aporta mucha información. Por ejemplo, gracias a esto, la asociación sabe que, en los últimos meses, el halcón hembra siente predilección por la parte oriental de la ciudad y que frecuenta casi todos los pueblos del alfoz, desde Cubillos hasta Moraleja del Vino. También hace incursiones al norte del embalse de Ricobayo y, en ocasiones, visita zonas de la comarca de la Lampreana, Tierra del Pan y Tierra de Campos, incluso llega a las Lagunas de Villafáfila.
Al abrigo del calor en invierno
Además, le gusta pasar el día sobre antenas de telecomunicaciones y torretas eléctricas, siempre cerca de la ciudad, y las noches más frías, como estas últimas, busca dormir cerca de las salidas de humos de las calefacciones en los edificios más altos del casco urbano. Es decir, busca calor. «También es lógico pensar que Viento la acompaña o está siempre relativamente cerca», según NaturZamora
El colectivo espera que esta temporada de reproducción de 2025, que acaba de comenzar, sea, como mínimo, tan buena como la anterior y que los cielos zamoranos «sigan albergando a tan magníficas aves, que ayudan a mantener a raya la superpoblación de palomas que podría llegar a dañar el patrimonio histórico y artístico».