Si el mandato municipal fuera un curso escolar, el Gobierno de coalición en el Ayuntamiento de Zamora tendría que recibir ahora las notas de Navidad, como hacen los estudiantes. Pero los electores ponen las notas cada cuatro años, así que hay que resguardarse en las autoevaluaciones. De esto sabe Francisco Guarido, que en unos días se comerá las uvas por décima vez como alcalde de la ciudad. Además, hay tiempo para conversar acerca de proyectos, ideas, sensaciones y sobre la anunciada sucesión al frente del equipo municipal de Izquierda Unida.
– ¿Qué nota le pone a la primera etapa de su tercer gobierno, el segundo en coalición?
– Bueno, pues yo me daría buena nota, a mí y al equipo de Gobierno. Hemos trabajado mucho en sacar proyectos, muchos de ellos que quedaron en el tintero en el mandato anterior, prácticamente a la puerta, y ahora han seguido avanzando. Si tuviera que puntuar, daría un notable alto.
– Pues hablemos de esos proyectos.
– Nos hemos centrado en los que tendrían que haber estado quizás en el año anterior, los que llamamos «grandes», muchos de ellos retrasados por la pandemia y lo que aconteció en esos años. Tenemos una gran cantidad de proyectos en torno al Duero, como puede ser el del Puente de Hierro, que ya se está licitando y que costará tres millones; se está terminando el Puente de Piedra, que es verdad que va retrasado; se va a cambiar toda la acera entre el Puente de los Poetas y el Puente de Hierro, se van a renovar las aceñas de Gijón, hay un proyecto de parque de autocaravanas o el de eficiencia energética en Los Pelambres.
– A esta ciudad quizás le ha costado demasiado mirar al Duero.
– Yo creo que empezamos a hacerlo en el año 2000, cuando se estabilizaron las laderas y se hicieron los paseos, en el mandato de Antonio Vázquez, ya que antes aquello era un vertedero. Nosotros hemos seguido con el trabajo en todo lo que son los entornos del Duero porque Zamora, en materia de turismo, tiene en el río un factor importante. No solo tenemos Románico y gastronomía, yo pongo al mismo nivel al Duero como un recurso turístico importantísimo.
– Hablemos del resto de proyectos. La lista se parece bastante a la que había sobre la mesa el año pasado por estas fechas, pero empecemos. Banco de España, da la sensación de que está gafado. ¿Cuándo va a estar listo?
– Ahora se está redactando el proyecto de fin de obra, que son unos 400.000 euros y tiene que estar hecho a finales de año o principios de enero. Yo diría que la obra tiene que estar acabada ya en verano. Además, en los próximos días se va a subir a la Plataforma de Contratación el mobiliario del edificio, que son 230.000 euros aproximadamente.
– Pero la fecha clave es el traslado de la Policía Municipal. ¿Podemos decir que la mudanza estará hecha en 2025?
– Debería estar en segundo trimestre de 2025, sí.
– Momento en el que se empezaría a trabajar en el Museo de Lobo en el ayuntamiento viejo. El año empezó con bastante polémica en este sentido, con la oposición enfrentada con el equipo de Gobierno por las conclusiones de la mesa de trabajo.
– Tenemos un proyecto hecho por uno de los mejores estudios de Madrid, pero no podemos seguir adelante hasta que no se vaya la Policía, eso es evidente.
– La idea era que estuviera en este mandato…
– Yo sigo con esa idea.
– Lo que sí está claro es que la ubicación es la que es, ¿no?
– Cualquier cambio de planes no será más que para revolver y seguir enredados otros diez años más sin hacer nada. Esto hay que decirlo alto y claro. Aquí se ha hablado de proyectos megalómanos en torno al castillo, una obra que el propio Rafael Moneo cifraba en doce millones de euros en el renglón final de su propuesta. Este Ayuntamiento no puede gastarse doce millones en un museo y la Junta no quiere ni oír hablar de otro museo más en Zamora.
– Seguimos con el parque de bomberos. ¿El retraso de las obras pone en peligro las subvenciones europeas que había sobre la mesa?
– El parque de bomberos se va a hacer, ojalá sea con subvención, pero se supliría con fondos propios la parte de la subvención que se pudiera perder. Este proyecto ha tenido el problema que han tenido muchos de los realizados durante la pandemia, y es que ha tenido dificultades con el paso del tiempo porque los materiales de construcción se han disparado. Hemos hecho un modificado del veinte por ciento, que estará presentado en el mes de enero para que se puedan iniciar las obras y continuar con el modificado a la vez. Lo que en un principio iba a costar 3,5 millones ahora se va a 4,2. Pero insisto, se hará con la subvención europea y en caso de que se perdiera una parte, que no todo, para eso están los fondos del Ayuntamiento.
«Si se pierde parte de la subvención europea para el parque de bomberos, se suplirá con fondos del Ayuntamiento»
– Por lo que refiere al Puente de Piedra, el plazo acaba el 17 de enero y parece que no va a estar.
– En los últimos tres meses la obra ha avanzado muchísimo, el pretil ha llegado ya casi a la margen derecha, falta la última parte. Ya le dimos margen a la empresa y la obra tiene que estar acabada el 17 de enero, yo creo que los motivos que pueda aducir la empresa a partir de ahora no deben ser tenidos en cuenta y lo que se propondrá es sancionar con 600 euros por día de retraso en la obra. Dicho esto, si se retrasa, espero que sea poco.
– A finales de verano el presidente del Club Baloncesto Zamora volvió a poner sobre la mesa la necesidad de un pabellón deportivo más grande en Zamora y su concejal de Deportes, Manuel Alessander, ya reconoció que se estaba valorando hacerlo. ¿Cuál es la situación?
– Es una idea que se ha trasladado al Consejo Superior de Deportes, a quien hemos pedido ayuda técnica. No necesitamos pedir dinero, pero sí asesoramiento. Tenemos un sitio bueno para hacerlo, que son las parcelas municipales que hay en Vista Alegre, y creo que en el futuro podemos tener dinero suficiente para ello. Es un proyecto que hay que trabajar bien, porque tiene que ser un edificio multiusos que pudiera acoger usos complementarios, como conciertos, y dar cabida a la vez a 5.000 espectadores sentados para eventos deportivos. Estamos viendo soluciones técnicas para poder poner en marcha el proyecto.
– Y hay dos temas fundamentales para la ciudad que son competencia del Estado: las travesías y la muralla. Empezamos por este este último, ¿cuándo va a comenzar la anunciada rehabilitación de los cinco tramos propuestos?
– El proyecto está en licitación, se han presentado tres empresas, una de ellas de Zamora, y se ha abierto el primer sobre. Yo diría que esto podría estar funcionando perfectamente en febrero para que esté hecho a finales del año que viene. Pero no puede parar aquí, la inversión en los próximos diez años tiene que ser cuantiosa. El Ayuntamiento está trabajando en un proyecto para completar el tramo de la avenida de La Feria, que quedaría a la mitad con la obra que va a hacer el Estado. Intentaríamos que esta segunda parte nos lo ejecutara el Ministerio de Cultura, que es el propietario de la muralla, en el año 2026.
«Las obras en la muralla arrancarán a principios de año, pero la inversión en la próxima década debe ser mayor y muy cuantiosa»
– En la avenida de La Feria quedan esos edificios, al principio, por expropiar para liberar todo el lienzo. ¿Se han comenzado los trámites?
– No, se va a dejar por lo menos un año hasta que rematemos todo lo que tenemos en marcha, que son cuatro o cinco derribos importantes en varios tramos. Por lo que respecta a esos edificios, saben que están fuera de ordenación. Puede ser el tramo más complicado, porque es donde viven algunas personas y hay negocios, pero los afectados saben cual es la situación.
– El otro gran proyecto estatal son las travesías.
– Sí, y en ambos casos hay obras porque lo ha pedido el Ayuntamiento. Si no, no se harían.
– Avanzan a buen ritmo, pero con innegables molestias.
– Era una oportunidad única para hacer las obras con fondos europeos y hay molestias, son lógicas. Nos las hacen llegar sobre todo taxistas y repartidores, que dicen que la ciudad es ahora mismo insufrible. Es verdad, pero no había otro remedio, las tres tienen que estar acabadas antes del 31 de diciembre de 2025.
– Hay una cuarta…
– La avenida de La Feria, cuyo proyecto ya está en poder del Ayuntamiento. La diferencia es que eso son fondos del Estado, no son fondos europeos, y por tanto no hay prisa. Yo creo que para licitarlas deberíamos esperar a que estén acabadas las otras tres, porque iniciar las obras en una travesía más aumentaría el caos.
– Y es un proyecto, el de las tres travesías que están ahora en obras, en el que está habiendo grandes dosis de desinformación.
– Lo venimos diciendo en las reuniones de coordinación. Se quedó en abrir una web con los planos de las obras y toda la información y a día de hoy no se ha hecho, lo estamos supliendo como podemos desde las redes sociales del Ayuntamiento y desde las personales de los concejales y las mías propias. Sobre la polémica con los carriles… Bueno, hay cuatro, dos de ida y dos de vuelta. Y en las rotondas también, porque además sería ilegal que una carretera de dos carriles fuera a desembocar a una rotonda de uno.
– Si le parece, acabamos el repaso por la tasa de basuras. ¿Va a subir?
– La ley nos obliga a que en el año 2025 introduzcamos en esta tasa todo el coste real de la basura. Nosotros vamos a esperar unos meses para que la Junta o el Estado den alguna directriz, porque cada Ayuntamiento está haciendo la guerra por su cuenta. En Zamora el coste de la contrata se cubre con la tasa, pero no lo que cuesta el Centro de Tratamiento, que es un millón y medio al año.
– Por lo que entiendo, la subida de la tasa es casi una certeza.
– Por imposición del Gobierno, no por imposición de los ayuntamientos. Esto es una ley estatal que obliga a que la tasa de basura cubra todos los costes del servicio.
«Si sube la tasa de basuras será por imposición del Gobierno, no por decisión de los ayuntamientos»
– ¿Se valora bajar algún otro impuesto para compensar?
– La presión fiscal de Zamora es de las más bajas de España. No podemos bajar impuestos porque se nos descompensaría el presupuesto.
– No podemos acabar la entrevista sin hablar de la sucesión. Este es su último mandato, supongo que eso no ha cambiado.
– Indudablemente.
– ¿Cómo plantea el relevo?
– Yo soy una persona de partido, militante de Izquierda Unida. La responsabilidad te lleva a que, si tienes un cargo, como cuando tuve el de Coordinador de Zamora, hay que pensar en lo que viene después. No se puede dejar el cargo y pensar «ahí os dejo». Ese no es mi estilo ni el de ningún militante de ningún partido político. Toda la organización tiene que pensar que de aquí a un año debemos tener a alguien elegido dentro de la asamblea que encabece la próxima lista a la Alcaldía.
– ¿En quién piensa Guarido?
– Cada militante podrá pensar en quien estime, esto es una democracia. Yo no lo voy a decir jamás, aunque evidentemente pienso en algunas personas. Pero no lo diré porque condicionaría el sentido del voto.
– Lo que es evidente es que toca cambio de generación.
– Sí, claro, evidentemente.
– Muchas de sus comparecencias públicas son con Pablo Novo.
– Bueno, con mucha gente. Tenemos diez concejales que han adquirido mucha experiencia. En 2015, en los primeros meses, en los Plenos prácticamente intervenía yo solo, ahora no lo hago casi nunca. Eso quiere decir que cada concejal es maestro en su área. Trabajan con dedicación, sin apego al cargo, para mejorar la ciudad. No estamos aquí para conseguir cosas personales, estamos para cosas colectivas.
– ¿Cree que Izquierda Unida puede ganar unas elecciones sin usted?
– Sí. Conmigo en el año 2015 nadie lo esperaba, ni yo mismo, fue una gran sorpresa. Hemos demostrado que no era flor de un día, incluso a los nuestros, que no nos daban mucho tiempo. Nos hemos consolidado como un buen equipo de trabajo, desdramatizando esa visión que existía de los comunistas. Somos gente normal, trabajadora. En el 2027 tenemos las mismas oportunidades de ganar que los grandes partidos, o más.
«Espero que la IU del futuro no se pierda en confluencias banales, creo que es algo que no ha funcionado y que hay que reconducir»
– ¿Cómo le gustaría que fuera la IU post Guarido?
– Una formación que apostara por nuestras siglas, por nuestros proyectos y que no se enrede en confluencias banales, que ya vemos como están acabando. La izquierda a la izquierda del PSOE no avanza y cada vez pierde más militantes, estamos en una de nuestras peores épocas electorales. No puede ser que IU haya perdido la mitad de su militancia desde hace unos años, y lo ha hecho porque somos gente responsable, que creemos en un proyecto. La gente se va desesperada, harta de confluencias que no convencen. Esto hay que reconducirlo, y me gustaría que IU Zamora fuese en esa línea.
– Acabamos. ¿Qué le pide al 2025?
– Que esos proyectos que hemos mencionado estén acabados y otros estén encarados, que las cosas avancen. Que veamos realidades concretas para que la gente confíe en que Zamora tiene un equipo de Gobierno que trabaja para la ciudad, un equipo de militantes que está aquí para ayudar a la gente.