Jesús García del Valle completó en abril un viaje circular que le ha llevado nuevamente a convertirse en el director de Aquona en Zamora. Desde esta responsabilidad, y cerca de que se cumplan 55 años del desembarco de la compañía en la ciudad, hace balance de los avances concretados en materia de digitalización e innovación social, que «han puesto al servicio municipal de agua de Zamora al nivel del que tienen las grandes capitales europeas».
– Aunque hace más de diez años ya estuvo al frente, es en abril de este año cuando volvió a ser gerente de Aquona en Zamora. Tras estos años, ¿qué diferencias hay en la gestión del agua?
– Sin duda, ha sido en esta última década cuando se ha dado un gran salto adelante en cuanto a digitalización e innovación aplicados a la gestión y al servicio del agua. En Zamora, por ejemplo, la potabilizadora es un referente en España, tanto por la automatización de sus procesos como por el tipo de tratamiento que hace. La información que otorga el sistema automatizado, unido a la alta cualificación y a la experiencia de nuestro personal, permite que nos podamos anticipar en la toma de decisiones y estar, por tanto, preparados para cualquier incidencia en el servicio. Con respecto al tratamiento, en Zamora ha habido dos hitos claros: la inyección de ozono y los filtros de carbón activo, que nos permiten suministrar agua de calidad adaptándonos a la legislación vigente que, con la entrada en vigor del Real Decreto 3/2023, se ha adaptado a los criterios técnicos-sanitarios de la calidad del agua de consumo que marca la Unión Europea. Por supuesto, no olvidamos que nuestra prioridad ha sido y siempre será el bienestar de las personas y, en este sentido, el proyecto que compartimos con el Ayuntamiento, #ZamoraEsAgua, nos ha hecho estar aún más cerca de los zamoranos. En definitiva, durante todo este tiempo nos hemos empeñado en sumar esfuerzos para aunar excelencia operativa con un servicio centrado en las personas.
– A nivel más general, Aquona ya lleva casi 55 años trabajando en la gestión del agua en la ciudad. ¿Qué cambios significativos ha habido en esta materia durante todo este tiempo?
– La evolución del servicio de agua en Zamora ha sido más que notable. Hemos pasado de procesos que eran totalmente manuales, con lo que eso significa en cuanto a eficiencia y calidad del servicio, a una transformación digital con la implantación de nuevas tecnologías y soluciones innovadoras en prácticamente todas las fases que implican la gestión del abastecimiento. Hemos digitalizado el proceso para ser más eficientes y ofrecer el mejor servicio posible a los zamoranos, pero también para hacerlo de manera sostenible.
– ¿Cuáles son los desafíos a los que se enfrenta la ciudad en la gestión del recurso hídrico?
– Tenemos un desafío compartido a nivel global y que pasa por la escasez del agua, si bien en Zamora no hemos sufrido la sequía como en otros puntos del país. No obstante, el agua es recurso limitado y todos los avances dentro del sector tienen que ir encaminados a la gestión sostenible y a la reutilización del recurso. Eso sí, no hay que olvidar aquí el papel que juegan las infraestructuras hidráulicas. Tener unas redes renovadas contribuye en gran medida a, por ejemplo, minimizar las pérdidas de agua. Y para eso hace falta una inversión y una colaboración de todas las partes interesadas: la administración, como propietaria de esas infraestructuras, y las empresas como gestoras de las mismas.
– Hablaba antes de gestionar el agua de la forma más sostenible posible. ¿Qué papel han tenido las nuevas tecnologías en esto?
– La tecnología nos ha ayudado en Zamora a la hora de preservar el recurso. Esto lo vemos con los equipos de búsquedas, cuyos sensores son capaces de detectar el sonido que produce el agua en las tuberías cuando se produce una fuga, lo que nos permite actuar de manera rápida, reparar las incidencias y, por tanto, reducir notablemente las pérdidas de agua. Pero, además, la tecnología ayuda también a reducir desplazamientos y a hacer una planificación más productiva, algo que ha sido posible con la herramienta DROP, que acabamos de implantar en Zamora. Y luego, aunque no estén directamente ligados a la tecnología, hay otros factores que también contribuyen la sostenibilidad del servicio, como es el hecho de contar, por ejemplo, con toda la flota híbrida o eléctrica en la ciudad, o con una estación de recarga para vehículos eléctricos en la planta de tratamiento de agua.
– ¿La innovación o las nuevas tecnologías mejoran la calidad del agua que se bebe en Zamora?
– El agua que bebemos en Zamora es de muy buena calidad, independientemente de la percepción de sabor que cada uno pueda tener. Pero, más allá de eso, hay que tener claro que los avances que se han hecho han permitido que el agua de la ciudad cumpla en todo momento la legislación sanitaria vigente, aun cuando la normativa es más exigente y ha hecho que donde muchos sitios cumplían ya no lo hagan. En Zamora siempre hemos cumplido: el agua del grifo es de alta calidad y se puede beber con total tranquilidad.
¿Cree que es necesario que exista una colaboración entre las empresas y las administraciones?
– Sin duda, la colaboración público-privada es necesaria. Las alianzas entre las empresas y las administraciones son la única fórmula para gestionar los servicios públicos con los niveles de calidad y profesionalidad que merecen los ciudadanos. En Zamora, sin ir más lejos, este modelo de colaboración nos ha permitido tener un servicio de agua a la vanguardia de otras capitales españolas, y esperamos que esto pueda seguir siendo así durante muchos años más.
– Además de en el ámbito de la gestión del agua, ¿qué medidas ha tomado Aquona para tratar de favorecer el bienestar de los ciudadanos?
– La atención al cliente es una de ellas. A través del modelo Contigo, recientemente premiado en la III Edición del Certamen Forbes a la Innovación by Kyndryl en la categoría Experiencia de Cliente, se han puesto en marcha nuevos canales de atención, sin descuidar por supuesto el trato de proximidad e individualizado que prestamos en nuestras oficinas y que, ahora también, se adapta a la situación de cada uno de nuestros clientes, eliminando barreras vinculadas a la discapacidad, el idioma o la vulnerabilidad económica. Además, hemos sumado esfuerzos con diversas entidades locales con el fin de ayudar a generar un impacto positivo en los zamoranos. De la mano de Cruz Roja (entidad que acaba de reconocer la labor de varias empresas zamoranos entre las que nos encontramos), Cáritas, Autismo Zamora, la Asociación Zamorana de Esclerosis Múltiple, la AECC o diversos clubes deportivos, entre otras asociaciones, hemos llevado a cabo proyectos como el Agua, Salud e Infancia o las Becas Deportivas Solidarias. Ojalá que en no mucho tiempo podamos retomar todo este tipo de proyectos.
– ¿Cuáles son las acciones que se están llevando a cabo en materia de sensibilización ambiental?
– La sensibilización ambiental es una parte muy importante de nuestro compromiso con la ciudadanía, poniendo el foco en las futuras generaciones. Creemos que hay que concienciar a los niños en el cuidado del agua y del medio ambiente. Prueba de ello es nuestro programa Aqualogía, una iniciativa que, durante sus diez años de vida, ha pasado por la mayoría de centros zamoranos de educación primaria y que permite a los niños, a través de juegos, de retos y de experimentos, conocer el ciclo del agua y saber cómo cuidar el recurso. Pero también, desde pequeños, queremos dejar clara la importancia de las carreras técnicas para el futuro. Ahí nuestro programa Aquae STEM, que impulsamos junto a la Fundación Aquae, tiene un papel muy importante, puesto que anima a las estudiantes de Primaria a interesarse por las carreras científicas. La Villarina y Santísima Trinidad son dos de los centros que participan en el programa. Estas acciones nos permiten fortalecer alianzas como la que mantenemos, desde hace ya tres años, con el colegio Santísima Trinidad. Junto a sus alumnos y profesores, cada mes de junio nos acercamos hasta la ribera del Duero zamorana para hacer una recogida de basura y hacer del entorno un lugar más verde, más limpio.
Hablando de educación, Aquona ofrece cada año una beca remunerada a un alumno de FP para que haga las prácticas que le faciliten su futura inserción en el mercado laboral.
– Llevamos varios años becando a un alumno de FP Dual en Mecatrónica Industrial del IES Universidad Laboral. Junto a nosotros, y en las instalaciones de la ETAP, estos estudiantes acceden a una formación que les permite desarrollar habilidades en el sector del agua y del medio ambiente, lo que les ayuda no sólo a su próxima inserción laboral, sino también a labrarse un futuro en Zamora. Durante más de medio siglo hemos apostado por generar empleo local. De hecho, muchos de estos becarios de FP han pasado a formar parte de nuestra plantilla. Estamos convencidos de que el equipo humano que tenemos ahora es el alma del servicio y así queremos que siga siendo, por lo que apostar por la formación local es la única manera de conseguirlo.
– ¿Cree que existe ya esa vinculación entre la propia ciudad y Aquona después de tantos años de gestión del agua?
– Creemos que actualmente es muy complejo conseguir ofrecer una gestión puntera e innovadora del servicio de agua a la vez que generar comunidad. En Aquona nos sentimos parte de la ciudad y hemos trabajado mucho para aportar valor añadido en términos de empleo, educación y colaboración con el tejido social. Estamos muy orgullosos de los hitos conseguidos y para nosotros sería muy complicado dejar de servir a los zamoranos de esta manera.