El incendio registrado en septiembre en la localidad de Castromil, en la frontera entre Zamora, Galicia y Portugal, calcinó 480 de las 1.168 hectáreas que se quemaron en la provincia durante la campaña del año 2024. Así lo ha revelado este martes el delegado territorial de la Junta en la provincia, Fernando Prada, que ha hecho balance de un año en el que se han contabilizado 63 fuegos forestales.
El de Castromil fue el incendio más grave desde la óptica del terreno calcinado y del daño económico, habida cuenta de la pérdida que supuso para los productores de castañas de la zona, aunque quizá el más mediático fue el que se declaró en Trabazos el 17 de agosto, que se llevó por delante 256 hectáreas, pero que obligó a desalojar la localidad de Sejas de Aliste y a declarar el nivel dos de alerta.
A partir de ahí, también la zona de la Alta Sanabria sufrió otros dos incendios graves en La Tejera (251 hectáreas) y en Hermisende (105), mientras que la provincia logró salir casi indemne del fuego de Angueira, en Portugal, que llegó a cruzar La Raya tras llevarse por delante más de 2.500 hectáreas en el país vecino.
Por otro lado, Prada ha lamentado que, «en pleno siglo XXI», un 92% de los incendios tiene que ver, en una u otra medida con la acción humana. Un 60,3% de los fuegos fue intencionado; un 17,5%, por accidentes y un 14,3%, por negligencias. Apenas un 6% fue causado por fenómenos naturales.
Sin grandes incendios
Este año, en la provincia de Zamora no se ha producido ningún Gran Incendio Forestal (más de 500 ha.) y el nivel de gravedad 2 solo lo alcanzó el de Trabazos. Otro dato significativo es el porcentaje de conatos, aquellos incendios que calcinan menos de una hectárea, que durante este año se situó en el 65%.