La Cámara Municipal de Bragança se ha sumado recientemente a las asociaciones y a los particulares que vienen expresando su rechazo a la concesión de derechos de prospección minera y búsqueda de estos recursos en un área de 105 kilómetros cuadrados del entorno. La iniciativa industrial afecta a una zona cercana a la frontera con Zamora y, de hecho, tiene una parte integrada en la Reserva de la Biosfera Meseta Ibérica. El proyecto empresarial encabezado por GMR Constructores aspira a realizar esta tarea básicamente en el concello de Vinhais, dentro del distrito brigantino.
Según las informaciones publicadas por distintos medios locales y nacionales portugueses, la idea final del proyecto consistiría en evaluar la posibilidad de explotar la zona para la extracción de oro, plata, cobre, plomo, zinc y otros minerales asociados. Todo, dentro de una zona que no solo forma parte, en un porcentaje de su extensión, de la reserva de la biosfera, sino que también se integra en el Parque Natural de Montesinho.
Las voces contrarias a la puesta en marcha de esta prospección minera alegan el perjuicio que podría causar para la flora y la fauna protegidas que viven en la zona, y también un supuesto daño medioambiental que podría alterar el estilo de vida de los habitantes. Tales impactos «no serían ni minimizables ni compensables», según las asociaciones que buscaron el apoyo ciudadano a través de una recogida de firmas.
El proceso ya se arrastra desde algunos meses, pero no ha sido hasta la semana pasada cuando la Cámara Municipal de Bragança ha tomado la decisión de emitir un comunicado oficial en el que ha mostrado su parecer desfavorable al negocio de las minas, al considerar que las actividades de la prospección son «totalmente incompatibles con los valores naturales, culturales, sociales y económicos que el municipio preconiza y defiende», según ha recogido el Jornal de Noticias.
Un movimiento amplio
El comunicado de la Cámara llega tras un proceso de escucha de grupos de turismo, de las juntas de las freguesías y de los colectivos medioambientales. Antes de eso, también hubo presiones que llegaron a nivel nacional, como algunas amplias crónicas publicadas desde el terreno por el diario Público, con testimonios de biólogos y de personas asentadas en el terreno, en las que estos profesionales y ciudadanos se referían a los peligros de esa actividad industrial para cultivos como los de la castaña.
Además, algunas de esas personas entendían también incompatible el proyecto con el desarrollo turístico del entorno, e incluso alertaban sobre una posible afectación a ríos como el Tuela, que nace en Zamora.