La visita a la Bodega Histórica del Vino de Toro, ubicada en la céntrica calle Cerrada de la localidad, ya es accesible para todos. La Ruta del Vino ha presentado este jueves el proyecto europeo «HeritAccess», que se enmarca en el programa Erasmus+ y que la propia asociación ha desarrollado junto con la empresa Formative Footprint.
La iniciativa parte de la propia realidad de la bodega, que tiene unos inherentes problemas de accesibilidad física debido a que se trata de una instalación subterránea. La idea de «HeritAccess» es que esa circunstancia no fuera un impedimento para que personas con movilidad reducida pudieran visitarla.
La gerente de la Ruta del Vino de Toro, Judith Fernández, ha explicado que se han escaneado todos los espacios de la Bodega Histórica del Vino de Toro, lo que permitirá a los visitantes que tengan dificultades para acceder al subsuelo hacerlo de manera virtual en una visita 360º que también está disponible a través del uso de gafas de realidad virtual.
Asimismo, esta visita es accesible para cualquier persona que tenga un dispositivo móvil. De hecho, ya está disponible para todo el mundo a través de la página web del proyecto «HeritAccess» (https://heritaccess.novopano.de/es/es-spain.html).
Por otro lado, para las personas con difrentes capacidades visuales, se han puesto a disposición recursos como los textos con aumento del tamaño de la letra, e incluso locutados para las personas con visión nula. El objetivo es que estos usuarios «sientan la experiencia y puedan captar lo que hay ahí, aunque no sea a través de los ojos».
Los textos locutados están disponibles en los idiomas de los seis países que forman parte del proyecto europeo «HeritAcces» (Italia, Serbia, Eslovenia, Grecia y Alemania, además de España) y en inglés.
Una respuesta a las demandas
Durante la presentación del proyecto, que ha tenido lugar este jueves, la presidenta de la Ruta del Vino de Toro, Beatriz Fernández, ha expresado que la iniciativa viene a «responder a una necesidad que se estaba demandando para dar cabida a personas con diferentes capacidades» y se convierte, además, en un «primer reclamo» para conocer el patrimonio de la zona asociada.