La planta de biogás proyectada en el polígono de Coreses, que sale ahora a información pública y que se instalará en el polígono industrial entre Zamora y la localidad del alfoz, gestionará diariamente 256 toneladas de residuos (purines, paja, estiércol, gallinaza y residuos vegetales principalmente, así como materiales procedentes de la industria agroalimentaria). La cifra total anual supera las 93.500 toneladas, según el proyecto oficial.
La planta necesitará de solamente cuatro personas para su funcionamiento diario, de nuevo según los datos oficiales recogidos en el proyecto. Funcionará de forma ininterrumpida durante los 365 días del año y, durante las horas de funcionamiento, «un programa informático controlará todo el funcionamiento de la planta». Habrá presencia de una persona durante el día que se dedicará fundamentalmente para tomar analíticas del proceso y revisar los parámetros de funcionamiento de la planta. La relación de personal es de un responsable de planta, un administrativo y dos operarios.
Fruto del tratamiento de los residuos se inyectarán a la red 2.169 toneladas anuales de biometano. Se generarán además 5.174 toneladas de sustrato, 7.285 de compost y 2.069 de líquidos.
El proyecto se localizará en una parcela cercana al polígono industrial Los Pinares que cuenta con una superficie de más de 31.000 metros cuadrados. Está en la margen sur de la N-122, al sur de Coreses y al oeste de Fresno de la Ribera. La parcela estaba antiguamente explotada para la extracción de áridos. La actividad consiste en el tratamiento de diversos tipos de residuos orgánicos mediante un proceso denominado «digestión anaerobia».
Sobre los olores, una de las grandes preocupaciones en las zonas cercanas, la empresa asegura que se ha hecho un estudio y que, debido a la instalación de dos biofiltros en las instalaciones, «los olores procedentes de la planta serán de baja intensidad y no afectarán a los núcleos de población cercanos». El proyecto asegura que la sociedad impulsora de la planta, Axpo Biometano SL, es consciente del riesgo de este tipo de molestias, por lo que se ha llevado a cabo un estudio predictivo en el que, con las peores condiciones posibles, no registra molestias importantes. La generación de olores puede surgir de los procesos de degradación de estiércol, paja o residuos de la industria agroalimentaria.
La planta no generará vertido de aguas residuales, ya que cuenta con un sistema de tratamiento y aprovechamiento de aguas pluviales y de proceso. Sobre la contaminación del suelo, que podría producirse dada la actividad de la planta, la empresa asegura que presentará un estudio de calidad del suelo realizado antes de iniciar los trabajos.