El 5 de diciembre de 1496, el rey Manuel I de Portugal firmó el decreto de expulsión de los judíos del país vecino. La norma entró en vigor en octubre de 1497. Cinco años antes, en 1492, los Reyes Católicos habían rubricado el Edicto de Granada y habían ordenado también la salida de su territorio de todas las personas que profesaran esta religión. Aquel éxodo de la península ibérica quedó marcado a fuego dentro de la comunidad sefardí, cuyos descendientes aún tratan de mantener vivo en la memoria el recuerdo de su presencia en estas tierras.
El proyecto Kaminos Sefarad nace con la mirada puesta en aquella época y con los pies sobre La Raya fronteriza que separa precisamente España y Portugal, una línea divisoria que una parte de la población sefardí cruzó en 1492 antes de que sus familias corrieran la misma suerte en un lado que en el otro solo cinco años más tarde. La huella de aquellas gentes aún se puede seguir en la actualidad, y así pretenden hacerlo personas como Walter Wasercier, promotor de esta iniciativa que implica a ocho municipios de Zamora y Tras-os-Montes.
La idea, que ya se ha implementado en Extremadura y que podría tener recorrido también en Galicia, consiste en recrear la ruta por la que transitaron los judíos en aquellos años previos a su expulsión definitiva de la península, y en abordar distintos aspectos de su cultura, de sus costumbres y de su vida como ciudadanos integrados en la sociedad de la época. Ese punto de partida se complementaría con eventos especiales, visitas teatralizadas, festivales y otras actividades.
El proyecto, liderado por la Cámara Municipal de Bragança, pretende lograr financiación a través de los fondos europeos, aunque podría desarrollarse de manera independiente, según ha resaltado este martes, Víctor López de la Parte. El vicepresidente primero de la Diputación ha ejercido como anfitrión de un encuentro entre todos los implicados que, del lado de Zamora, ha llevado a la institución provincial a miembros de los ayuntamientos de Zamora, Benavente, Toro y Fermoselle. De Portugal, además de los ya citados brigantinos, han acudido representantes de Mogadouro, Vimioso y Miranda.
Alta densidad cultural
En este marco, López de la Parte ha abogado por «unir culturas y caminos», y ha profundizado en la vertiente turística de un proyecto que aspira a atraer al público norteamericano, muy permeable a este tipo de ofertas. En su caso, la representante de la Cámara de Bragança, Fernanda Silva, ha apostado por crear sinergias y por «llegar a las generaciones más jóvenes» con la herencia de la cultura sefardí: «También se trata de darle un futuro a las personas que viven en estos territorios de baja densidad poblacional, pero mucha densidad cultural», ha añadido la política portuguesa.
Finalmente, el citado Walter Wasercier ha incidido en la pertinencia de reconocer el pasado y de dar a conocer la historia de los judíos en la zona de La Raya. Ahora, con todo en marcha, la idea es optar a los programas correspondientes, saber con qué financiación se cuenta y echar a andar.