El biogás llegará también a la localidad de Peleas de Abajo. De hecho, los trabajos para la instalación de la planta en las parcelas número 211, 212 y 213 del polígono 1 ubicado en el término municipal del pueblo han comenzado con el movimiento de tierras sin que, como es habitual en este tipo de proyectos, haya mucha más información oficial al respecto. La planta estaría cerca de los términos municipales de Corrales de Vino y Santa Clara de Avedillo.
El municipio autorizó hace unas semanas el uso excepcional de suelo rústico a la empresa, Norton Dos Ibérica S. L., y las máquinas han comenzado ya a trabajar, según la misma sociedad se encarga de publicitar a través de vídeos en las redes sociales. Se tratará de una planta de “codigestión anaerobia” que tiene como objetivo la producción de biogás y biometano mediante el tratamiento de residuos orgánicos, vegetales y ganaderos.
El argumentario oficial de los impulsores es que “uno de los principales beneficios de la planta será la valorización de residuos agroganaderos y vegetales, reduciendo así el impacto ambiental asociado a estos desechos. Además, al transformar estos residuos en energía renovable, la planta contribuirá a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, alineándose con los objetivos europeos de descarbonización y sostenibilidad”.
Argumentos que no convencen a los opositores a este tipo de negocios, que vuelven a denunciar que la provincia va camino de convertirse “en un estercolero” si no se detiene la proliferación de este tipo de plantas, que necesitan de toneladas diarias de residuos, animales y vegetales, para funcionar. Los malos olores y la devaluación del suelo resuenan siempre en el argumentario de las personas que están en contra de estos negocios.
En Zamora la situación empieza a ser chocante. Hay proyectos de plantas de biogás en Vega de Tera, Santibáñez de Vidriales, Cerecinos de Campos, San Cebrián de Castro, El Cubo del Vino, Coreses y Peleas de Abajo. En total, siete plantas que, de salir todas adelante, movilizarán cientos de toneladas diarias de purines y heces de cerdos y vacas y necesitarán importantísimas cantidades de paja para funcionar.
En algunos pueblos los vecinos han comenzado las movilizaciones. Lo hicieron en primavera de este año en Vega de Tera, hace dos semanas en Santibáñez de Vidriales y en El Cubo del Vino empieza a constituirse una plataforma, como ya informara este diario. En esta última localidad la empresa planteaba llevar a cabo una reunión con los vecinos que finalmente no se ha celebrado. En su lugar, se ha repartido un folleto publicitario en el bar que hace hincapié en las supuestas bondades de la planta. En él se indica que generará 35 puestos de trabajo. Muchos más de los nueve que aparecen en el proyecto oficial, fuente a tener en cuenta para hablar de estos asuntos. La plataforma vecinal recién constituida augura que la planta daría trabajo, como mucho, a tres personas del pueblo.
Las plantas surgen indudablemente al calor de las subvenciones y del plan para aumentar la producción de biometano y reducir así la dependencia del continente de un gas natural que no posee. El anuncio de «esta piñata de fondos es el responsable de que en Castilla y León, que cuenta con solo dos plantas en su territorio, las grandes empresas se froten las manos y hablen de nada menos que 520 plantas de biometano en la comunidad», aseguran desde Ecologistas.