Coreses podría sumarse a la cada vez más larga lista de pueblos zamoranos que pueden acoger plantas de biogás. Se trataría de una nueva localidad en la que las empresas del sector aprovecharían la cercanía del paso de los gasoductos que atraviesan la provincia para implantar un negocio que habitualmente cuenta con una importante oposición vecinal.
Del negocio se conocen aún pocos detalles, puesto que ni siquiera ha salido aún a información pública, una cuestión que hará en breves fechas. Pero sí hay algunos. Por ejemplo, que la empresa promotora es Axpo Biometano SL y que se ubicaría en la parcela 62 del polígono 6 de la localidad, en el conocido como Paraje Tomillar. Unas instalaciones que estarían, por tanto, pegadas a la N-122. Tampoco se conoce la capacidad de tratamiento total, pero será importante, siempre por encima de las 75 toneladas diarias de purines. Cabe recordar aquí que la planta proyectada en El Cubo de Tierra del Vino tendría capacidad para producir cerca de seiscientas toneladas diarias. El anuncio de la infraestructura ha sido ya remitido tanto a la Junta como al Ayuntamiento de Coreses.
La voz de alarma sobre este nuevo proyecto la ha dado Ecologistas Zamora mientras en la provincia empieza a fraguarse algo parecido a un movimiento ciudadano en contra de este tipo de proyectos. Hay proyectadas fábricas de biometano en El Cubo, Coreses, Santibáñez de Vidriales, Cerecinos de Campos, Vega de Tera y San Cebrián de Castro, y hasta ellas llegarán toneladas de residuos de animales de granjas de la zona y, fundamentalmente, de macrogranjas.
Los opositores a estos proyectos tienen claras las desventajas: tráfico pesado diario, destrozo de carreteras, olores insoportables, contaminación del agua y del aire, despoblación y llamamiento a que en la zona se instalen más macrogranjas. «España produce más del doble de carne de cerdo de la que consume. El resto se produce y se exporta para beneficio de unos pocos, pero los desechos nos los dejan aquí», indican.
Movilización a la vista en El Cubo
A semejanza de la plataforma surgida en Vidriales, los vecinos de El Cubo intentan poner en marcha su propio colectivo. Se impulsará una recogida de firmas en los municipios del entorno, aseguran, y se luchará para que la planta de biogás no se instale en las parcelas reseñadas, que se encuentran a menos de tres kilómetros de las primeras casas del pueblo.
Tanto la de El Cubo como la de Coreses son plantas que surgen a la sombra de los gasoductos que ahora atraviesan la provincia de Zamora. Estos negocios, que básicamente utilizan los desperdicios generados por las granjas de animales para generar gas y energía, necesitan obligatoriamente encontrase cerca de algún gasoducto, pues ahí donde introducen su producción.
Las plantas surgen indudablemente al calor de las subvenciones y del plan para aumentar la producción de biometano y reducir así la dependencia del continente de un gas natural que no posee. El anuncio de «esta piñata de fondos es el responsable de que en Castilla y León, que cuenta con solo dos plantas en su territorio, las grandes empresas se froten las manos y hablen de nada menos que 520 plantas de biometano en la comunidad», aseguran desde Ecologistas.