Zamora se encuentra en el camino para conseguir la Indicación Geográfica Protegida (IGP) de sus castañas, y se ha topado con un hallazgo que puede favorecer sus opciones. Así se ha puesto de manifiesto este miércoles en la reunión de la Mesa del Castaño de la provincia, donde también se ha constatado que este producto «supone una fuente ingresos muy importante en el territorio provincial, que cuenta con unas características idóneas para la producción».
En concreto, lo que se ha conseguido es identificar, en el soto de la ermita de la Alcobilla, en San Justo (Sanabria), cuatro variedades de castañas catalogadas en los registros del Arzobispado como ejemplares de árboles con 900 años de antigüedad. A eso se suma la aparición, en otros puntos de la provincia, de 25 variedades locales no registradas. En todo el territorio de Zamora se han hallado 96 tipologías de castañas, diferenciadas merced a un análisis genético realizado en la Universidad de Córdoba.
Conviene destacar que, desde el año 2018, la Diputación de Zamora trabaja en diversos proyectos con cofinanciación europea dentro del Programa de Promoción de la Castañicultura en la provincia. Este proyecto cuenta con un presupuesto propio de la institución que asciende a 319.440,50 euros para su ejecución durante 38 meses, en el periodo de 2023 a 2026, y se desarrolla mediante encargo a la empresa Tragsatec.
Por lo demás, en la Mesa del Castaño, los expertos, acompañados por los responsables de la Diputación, han explicado que un mayor desarrollo de las fases de transformación y comercialización, así como la formación de los castañicultores en las técnicas más adecuadas de gestión de esta especie, «contribuirían al desarrollo endógeno de la zona y a la creación de un tejido empresarial que sirva de elemento de fijación de la población».
Las cifras y los problemas
El castaño ocupa una superficie aproximada 11.700 hectáreas en la provincia, de las cuales el 74% es de propiedad particular. Es la tercera provincia por superficie en Castilla y León, con un 18% del total regional, después de León (54%) y Salamanca (22%).
Los principales problemas a los que se enfrenta el sector en la provincia son «el minifundismo, la escasa mecanización del cultivo, la desestructuración, el escaso control de la trazabilidad, calidad y variedad, el estado deficiente de algunas masas de castaño y los bajos precios del producto en los mercados extranjeros, que suponen una seria competencia».