Han pasado cien años, un siglo, muchos niños. Algunos siguen por ahí, en el pueblo, aunque la infancia haya quedado atrás hace tiempo; otros se marcharon lejos para aplicar lo aprendido en otros horizontes; y un tercer grupo ya dejó este mundo, pero aún forma parte de la identidad del colegio de Fermoselle, el espacio educativo que ha visto pasar de todo ante sus paredes antes de este centenario que ha conmemorado este viernes con un acto institucional.
La ocasión ha merecido la visita no solo del alcalde, José Manuel Pilo, y de los responsables locales. También del delegado territorial de la Junta en Zamora, Fernando Prada, y del director general de Centros e Infraestructuras, José Miguel Sáez. Ambos han repasado algunos puntos de la historia del centro y del pueblo, pero han centrado su mensaje en los maestros rurales, «un ejemplo» y la garantía del aprendizaje curso tras curso. Hasta los cien.
En esa línea, Prada ha destacado la implicación de los docentes, el seguimiento, el contacto con los padres y el orgullo de enseñar en un lugar al que los maestros se sienten vinculados. «Aportan y seguirán aportando mucho trabajo y dedicación», ha defendido el delegado, que antes fue director provincial de Educación y que tiene, por tanto, una sensibilidad particular con los asuntos de este departamento.
De hecho, Prada también ha hablado en su alocución de Fermoselle como localidad vinculada a la enseñanza y a la literatura, con visitantes ilustres como Miguel de Unamuno, que «dijo siempre que los ciudadanos de este municipio eran imaginativos, que aquí había muchísimos emigrantes y que se recibían cartas a diario de todos los lugares del mundo».
Por su parte, Sáez incidió en la importancia de los centros rurales, con 40 niños y cinco profesores en el caso de Fermoselle: «Yo soy de pueblo, conozco bien lo que es esto y sabemos lo importantes que son estos colegios para el sistema educativo», ha señalado el director general, que ha aprovechado para recordar que los resultados del informe Pisa, de los que tanto presume la Junta, no se fraguan solo en las ciudades: «Queremos que la escuela rural marche adelante», ha zanjado.