El presidente de la Diputación de Zamora asegura que la decisión de trasladar las patrullas de Fiscal y Fronteras a los cuarteles de la capital y Arcenillas desde los de Alcañices y Bermillo de Sayago se traducirá, en un breve plazo, en la pérdida de puestos de trabajo en los pueblos. Faúndez apunta que cuatro de los guardias civiles que realizan estos trabajos en Alcañices «dos se van a jubilar» en los próximos meses y uno más «dentro de tres años». Similar situación en Bermillo, siempre según Faúndez.
En este escenario, y aunque la Subdelegación del Gobierno asegura que los guardias que quieran quedarse en Aliste o Sayago podrán hacerlo, la realidad es que los puestos de trabajo que se extingan por las jubilaciones se perderán en estos cuarteles y se trasladarán a la capital, insisten fuentes de la Diputación de Zamora.
«Esto», insiste el presidente provincial, «consuma la disolución de las patrullas de Fiscal y Fronteras en el medio rural para trasladarlas a Zamora, una situación que se denunció en el último Pleno» de la Diputación de Zamora. Insiste Faúndez, además, en que «la Subdelegación debería haber dado explicaciones antes de que se denunciara aquí la situación, y no después».
La moción presentada en el Pleno de la Diputación el viernes concitó el acuerdo de la mayoría de los grupos. Según relató el vicepresidente primero de la Diputación, Víctor López de la Parte, en estos momentos hay cuatro agentes en estos servicios en Alcañices y tres en Bermillo. «Se han cerrado de facto los cuarteles y ahora se va a por estas patrullas». Desde la oposición, Izquierda Unida apoyó la moción presentada por el PP sobre esta cuestión, ante «la desconfianza» que le generan este tipo de anuncios: «Cada vez que hay un cambio, saltan las alarmas», señaló Rivera, mientras que, desde Zamora Sí, Eloy Tomé se mostró prudente y ha abogado por esperar a que la Subdelegación ofrezca explicaciones.