La restauración y la consolidación de los cinco tramos de la muralla de Zamora pendientes de remozar están un poco más cerca desde este miércoles. El Estado ha puesto en marcha la licitación de estas obras promovidas por Segipsa, que serán financiadas con fondos Next Generation y que tendrían que desarrollarse a lo largo del año que viene. Por lo pronto, las empresas tienen hasta el 5 de noviembre para presentar ofertas y convertirse en las adjudicatarias de los trabajos.
El propio alcalde de la ciudad, Francisco Guarido, ha celebrado esta noticia a través de sus redes sociales y ha subrayado la importancia de que el asunto vaya «avanzando». «Después de esto, el Estado debería impulsar más proyectos», ha advertido el mandatario municipal, que ha considerado que esa circunstancia haría bien al turismo y a la ciudad en su conjunto.
Conviene recordar que la intervención está prevista en la avenida de la Feria, San Bernabé, Baltasar Lobo, Arco de Doña Urraca y la ronda del Degolladero. Las actuaciones en todos los tramos tienen sus particularidades, pero hay algunos puntos comunes a todas ellas. Se desbrozará la zona y se retirará la vegetación enraizada, se consolidará el núcleo de la muralla mediante lechada de mortero de cal y, en los sitios en los que sea necesario por su precariedad, se desmontarán los muros de manera manual para reponer después las piedras.
Las coronaciones del muro se tratarán para evitar filtraciones, se evaluarán los sistemas de drenaje y evacuación de aguas para detectar posibles fugas y se consolidará, cuando sea preciso, el estrato rocoso sobre el que se asienta la muralla.
Tramo de Baltasar Lobo
Se refiere a la parte trasera del castillo, básicamente. La intervención será en el lienzo exterior, puesto que en la parte de intramuros ya se ha actuado con anterioridad. “Debido al carácter de las lesiones” de esta zona, “las actuaciones se encaminarán principalmente a consolidar el lienzo colindante con el foso del castillo, que se encuentra colonizado por vegetación”. Además, será necesaria la identificación de posibles filtraciones de agua desde el foso hacia la muralla.
San Bernabé
La parte de San Martín hasta la esquina más cercana al parking, que ya se reformó. Presenta desplomes intramuros y humedades. Se trata de una zona “fuertemente erosionada. Debido a los múltiples desprendimientos en todo el tramo, será necesaria una inspección detallada para actuar en consecuencia”. En caso de resultar imprescindible, habrá que contar con la colaboración del Ayuntamiento y de los propietarios de las parcelas para actuar intradós.
Avenida de la Feria
Desde San Martín hasta la puerta de la Feria, salvando un tramo cercano al primer parque. Se trata de consolidar principalmente la cara interior de la muralla, la que da la ronda de Santa María, “donde se ha detectado una gran superficie afectada por la disolución del núcleo y de los rejuntados”. En el lienzo exterior las actuaciones serían más puntuales. “Se deberá abordar la consolidación y restauración” de la zona” “desde la roca base”, pues casi todo el lienzo está ya liberado.
Arco de Doña Urraca
Se trata aquí de proteger el muro. El peor punto es el colindante a Mesones número 3, así como al cubo sur de la Puerta de Doña Urraca, agrietada en su coronación. En el resto del tramo, se trata de eliminar filtraciones, consolidando los puntos necesarios.
Ronda del Degolladero
Se trata igualmente de frenar la erosión y la pérdida de material de varios puntos, valorando la incidencia de la filtración a través de jardines privados. Requerirá de especial atención el Torreón de San Pablo, del que habrá que realizar “un diagnóstico de los procesos que le afectan y que las intervenciones anteriores no han logrado paliar”.