Llegan con chalecos, con banderas y con rabia. Vienen de distintas zonas, incluso de varias provincias: Zamora, León, Valladolid… Todos son agricultores o ganaderos, y están concentrados desde las nueve de la mañana ante los juzgados de Benavente porque entienden que las personas que van a declarar podrían ser también ellos. El malestar resulta evidente; también la incomprensión. Este viernes 11 de octubre están citados 19 de los profesionales del sector que estuvieron en Paradores de Castrogonzalo en la noche del 4 de marzo de 2024.
Aquel día, un grupo de agricultores y ganaderos cortó el tráfico en la A-6, en el marco de las protestas por la situación del campo, y se topó con la presencia de los antidisturbios. Hubo dureza, dicen los que estuvieron. También identificaciones e incluso un par de detenciones. Ahora, en Benavente, se dirime el castigo que van a recibir las personas que fueron localizadas por los agentes. Casi todos dicen que les tomaron la matrícula en el área de servicio, que ellos ni siquiera entraron a la autovía pero, siete meses después, se enfrentan a posibles sanciones.
Por eso, los colectivos de la zona han convocado a sus miembros, que aplauden la entrada de cada compañero a los juzgados y que portan pancartas en las que se leen frases reveladoras: «No estáis solos, nos juzgan a todos» o «En 2020, héroes; en 2024, terroristas». Algunos llegan incluso con tractores para dar más visibilidad a una movilización que reúne a unas 200 personas.
Entre ellas, está la responsable de Agrygalza, Pilar de las Heras, que señala que los profesionales piden «justicia y respeto». «Lejos de ser un acto criminal, aquello fue en legítima defensa», opina la portavoz de la asociación, que entiende que es «muy injusto» que sus compañeros tengan que verse en esta tesitura solo por «defender el pan de sus hijos». «Algunos tienen acusaciones muy graves», insiste De las Heras, que recuerda que los dos agricultores detenidos sobre la calzada de la A-6 tendrán que declarar otro día.
Ya en la lectura del manifiesto, la propia De las Heras y otros compañeros recalcan que mientras unos reciben la amnistía, en referencia a algunos de los responsables del Procés en Cataluña, otros sienten la amenaza de las penas de prisión por «defender un modo de vida». «Esta injusticia no puede ser tolerada», consideran. Y menos en un marco en el que, según su óptica, «se está criminalizando a todo el medio rural».
«No podemos quedarnos de brazos cruzados ante estas acusaciones desproporcionadas», constatan los colectivos, que advierten de que la protesta es pacífica, «pero la determinación firme». «La voz del campo no se silencia».
Las palabras de la abogada
Unos minutos antes de la lectura pública de estas palabras, la abogada de los profesionales entra a los juzgados. En su camino, deja algún detalle: «Les acusan de desórdenes públicos, lesiones y atentado contra la seguridad vial, pero los que están citados no estuvieron dentro de la autovía. Y lo podemos probar. Vamos a pedir el archivo del procedimiento», recalca la letrada, que entiende que, ni en los casos más graves, cabe hablar de penas de prisión.
Mientras, los aplausos continúan en cada entrada. De eso va la mañana en los juzgados. Los que declaran salen con la tensión marcada en el rostro, pero con el alivio de ver a los suyos en la puerta.