En la Marina suena una charanga, pero también llueve. Llueve mucho. En solo quince minutos ha de salir la Marcha de Asprosub, pero la cosa tiene mala pinta. Lo ven los músicos, lo sabe la gente con los chubasqueros y con los paraguas. Y también son conscientes los políticos y el responsable de la organización, Patricio Santana, que nunca se había visto en esta. En 40 años, la cita no se había topado con una mañana de tanta agua.
Aún así, Santana decide esperar un poco, llama a los que saben del tiempo y se informa. Cuesta suspender. Hay 2.000 personas inscritas, el esfuerzo organizativo es grande, las familias han reservado su mañana para caminar hacia Morales y la fuerza de la tradición empuja contra la meteorología. Primero, la atención a los medios. Luego, la decisión.
En sus palabras, Santana destaca que «la sociedad zamorana siempre responde a la demanda» de esta marcha solidaria a favor de las personas con discapacidad. «Empezamos desde Toro, luego a Monte la Reina, más tarde por los circuitos de los pueblos de por aquí y ya luego ida y vuelta a Morales», recuerda el responsable de la organización, que agradece también el respaldo de las autoridades.
Poco después, tras las intervenciones, toca tomar la decisión. Y no hay otra. La lluvia solo aumenta. La gente se cobija. No habrá Marcha de Asprosub y el domingo es para recogerse.