48 sanitarios resultaron agredidos por pacientes durante el año 2023, año en el que se registraron 44 agresiones, algunas de ellas a varios trabajadores de Sacyl. Son los datos que ha puesto sobre la mesa la Consejería de Sanidad, que indica que el año pasado las agresiones a trabajadores de la sanidad pública descendieron algo más de un dos por ciento hasta alcanzar las 775.
Así las cosas, los 698 incidentes registrados el año pasado en los centros de Sacyl concluyeron con un total de 709 agresiones verbales y 118 físicas a 775 trabajadores (un mismo suceso puede tener ambas). Y del total de 775, hubo que registrar 363 con resultado de lesiones, que en su gran mayoría son psicológicas (301), a las que se suman las catalogadas como físicas (47), o bien ambas a la vez (15).
Por áreas de salud, el total de profesionales agredidos en 2023 se distribuye de la siguiente manera: Ávila 69 (en 63 incidentes registrados), Burgos 152 (137), León 71 (54), El Bierzo 34 (31), Palencia 46 (44 incidentes), Salamanca 87 (81), Segovia 44 (42), Soria 26 (24), Valladolid Este 128 (en 115 incidentes), Valladolid Oeste 67 (60) y Zamora 48 (44). Hay que sumar además tres profesionales de Emergencias agredidos en sendos sucesos.
Por ámbitos asistenciales, se ha producido un descenso de trabajadores agredidos de un 1,8 % en los hospitales y de un 3,2 % en Atención Primaria. De los 775 profesionales agredidos, 438 lo han sido en el ámbito hospitalario, mientras que en Atención Primaria se han registrado 333 agresiones y cuatro más en otros ámbitos.
Por categorías profesionales, los 775 trabajadores agredidos se distribuyen de la siguiente manera: 276 médicos, 290 enfermería, 118 TCAE, 24 celadores, 51 personal administrativo y 16 otro personal. Hay un descenso porcentual en todas las categorías con respecto a 2022, salvo en el personal médico, que aumenta un 15 %. Y otro dato: 53 trabajadores sufrieron más de un incidente (25 de ellos médicos), lo que supone el 7,4 % del total.
Por sexos, las mujeres agredidas representan el 86,7 % (672) y los hombres el 13,3 % (103), sin apenas variación respecto al año anterior. Como dato curioso y con el ejemplo de los médicos, la mayoría de los agresores a médicos hombres provino de alguien de su mismo sexo (56,6 %), mientras que el 55,7 % de las agresiones a médicos mujeres fueron féminas.
Tipología del agresor
El perfil más habitual del agresor en Castilla y León es una sola persona (85 %), varón (50,7 %), cada vez más igualados con las mujeres según la comparativa anual, y paciente (52,9 %), aumentando con los años el porcentaje de agresores acompañantes (de un 35 % a un 47 %). Por edades, un 56,5 % de los agresores es mayor de 46 años.
En cuanto al tipo de incidente, las agresiones físicas han experimentado un fuerte descenso, pasando de 209 en 2022 a las citadas 118 en 2023 (-43,5 %), destacando el descenso progresivo sobre el total de agresiones, ya que, por ejemplo, las físicas supusieron el 11,8 % en 2021, frente al 5,4 % del año pasado. Se han reducido las agresiones físicas al personal de enfermería (de 101 en 2022 a 43 en 2023), en TCAE (de 67 a 42) y en celadores (de 24 a11). Por el contrario, en el personal facultativo se han incrementado, pasando de 14 a 19.
Un dato interesante refleja que de las 118 agresiones físicas registradas en 2023 en los centros de Sacyl, 42 lo fueron en servicios o unidades relacionados con la salud mental (el 35,6 % del total), por 26 en Urgencias, es decir, más de la mitad tiene lugar en dos áreas muy concretas.
Las que sí aumentaron fueron las agresiones verbales -que también lo son, aunque a veces se olvide-, ya que sumaron las citadas 709, frente a las 666 del año anterior o las 525 de hace dos años.
En cuanto a las causas registradas como posibles desencadenantes de la agresión, el balance de 2022 indica que en primer lugar se encuentra una disconformidad con la atención recibida, seguida por no atender sus demandas -por ejemplo pedir una baja-. Otras causas que aparecen se refieren a disconformidad con el trato (por ejemplo el tiempo de espera), conductas problemáticas o adicciones del paciente (las dos últimas suman casi dos de cada diez incidentes).