Al fondo de una de las carpas de Naturcyl, las letras de Zamora lucen sobre el fondo de una imagen con un cielo estrellado. El astroturismo tiene un papel protagonista en la promoción de la provincia, con el eclipse de 2026 ya en el horizonte, pero no todo es mirar hacia arriba. En la tierra, los recursos también proliferan. De hecho, la idea es que la observación del firmamento sirva para redondear una oferta en la que conviene responder a una pregunta clave: ¿Y aquí qué se come?
Sin entrar en más cavilaciones, por el stand aparece Francisco Alonso, uno de los apicultores de referencia en la provincia. Frente a él se sitúan unas quince personas y se sientan en las mesas habilitadas para la ocasión. Ante los improvisados comensales, tres vasos de tamaño chupito y, dentro de ellos, miel. Cada cual se diferencia por el color, por el olor y por el sabor. Son de cantueso, brezo y bosque, y el experto lo explica todo pormenorizadamente.
Alonso va contando poco a poco de dónde viene cada producto, cita la zona de Sanabria, narra los detalles del complejo viaje a Porto, se va de allí a La Carballeda y va introduciendo a su público en el mundo de la miel: en los detalles del color, en las particularidades del olor y en el disfrute del sabor. La cata concluye en media hora. Lo hace con éxito. Está por ver si alguno de los presentes va después a Zamora, pero la semilla está puesta. Y de eso van estas ferias.
Y lo de la miel no es una excepción. El Patronato de Turismo ha visto en las catas un filón para seducir al visitante, para darle una pequeña muestra de todo lo que podrá encontrar si viaja al territorio, si vive la experiencia completa. Algo así como el regalo «free» de las plataformas de música antes de proponer el cambio a «premium». Y, lógicamente, en ese trabajo, no podía faltar el queso.
La cata de una pieza de la DO de Zamora, de otra porción de La Antigua y de un queso elaborado con leche de burra volvió a situar el cartel de lleno en el stand, en una acción combinada, además, con la explicación de Jesús de Gabriel sobre la realidad de la raza del asno zamorano-leonés. El animal, presente en el exterior de Naturcyl, es un recurso turístico en sí mismo: «Todo lo que hacemos con ellos es un éxito», concedió el veterinario, que hizo un repaso didáctico por la historia de la especie y que remarcó que «es un lujo» vivir con un burro. Para quien se anime a buscar el hueco para tenerlo. Si es posible, en la provincia.
Más allá de Fromago
En la parte de la cata quesera, Strieder también habló de la Ruta Europea del Queso y de «lo fundamental» que es que Fromago no se quede en los cuatro días. Para el concejal, el nombre de Zamora ha de asociarse con este producto, y en esa idea avanza. Los banderines de la feria aún decoraban los palillos previstos para la cata en otra forma de pinchar al visitante para descubrir qué es eso del evento quesero más grande de España y en qué marco se hace, claro.
Ya para este domingo, las rutas del vino apostarán por unas catas a ciegas, con los caldos de la tierra y con productos como embutidos, chocolates o aceites, presentes en todo el recorrido del Duero a través de la provincia. En realidad, la gente puede venir a ver el eclipse, a la berrea, al Románico o un partido de fútbol pero, a la pregunta del principio sobre lo que se come, la respuesta es como la difícil de los test: todas las anteriores.