El asunto se venía barruntando desde hace semanas, pero se confirmó este martes. Teresa Ribera será vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea y asumirá las áreas de Competencia y Transición Verde. El nuevo cargo supondrá su salida del Gobierno de España y, por tanto, implicará que el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, tendrá que buscar a otra persona como ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico. Dicho de otro modo: habrá cambio en el liderazgo gubernamental de la lucha contra la despoblación.
Eso, si Sánchez decide mantener el Ministerio que ha ostentado Ribera durante los últimos cuatro años y medio largos con los mismos apellidos e idénticas atribuciones. Hasta la fecha, y desde enero del año 2020, la futura vicepresidenta de la Comisión Europea había conservado siempre esas funciones en los sucesivos gobiernos de coalición y había ejercido con el rango de vicepresidenta. Está por ver qué le espera a su sustituto.
En todo caso, se llame como se llame el Ministerio, e independientemente de si su titular ostenta o no una Vicepresidencia, lo cierto es que, en la práctica, la salida de Ribera provoca que la gestión del reto demográfico desde Madrid cambie de manos. La provincia mira ahora al futuro ministro con la expectativa de que se concreten propuestas como la descentralización de las actividades o la creación de oportunidades para los jóvenes en las zonas rurales y en las capitales periféricas.
Quizá, el impulso a la conectividad de banda ancha, que podría favorecer el teletrabajo en determinadas zonas, ha sido el gran hito de Ribera en esta legislatura y poco, aunque también ha habido poca concreción en algunas propuestas, Zamora sigue sin verse equiparada a Soria, Teruel y Cuenca en determinadas ventajas fiscales para sus empresas, continúan los problemas de vivienda y de acceso a las oportunidades para los jóvenes en los pueblos y no han trascendido grandes avances en lo tocante a la Estrategia Común de Desarrollo Transfronterizo con Portugal.
En la legislatura anterior, el área de Reto Demográfico puso sobre la mesa un paquete con 130 medidas, algunas más concretas que otras, para tratar de impulsar la lucha contra la despoblación, pero muchos de esos objetivos siguen sin resolverse. Ahora, el futuro ministro heredará retos como el de «reducir las desigualdades y facilitar los servicios básicos a no más de 30 minutos, se viva donde se viva».
Coordinación territorial
En la tarea del nuevo dirigente, también estará la defensa de los intereses de los territorios despoblados en Europa, así como la coordinación con los niveles territoriales inferiores, y aquí entra la Junta de Castilla y León. Tanto Ribera como el secretario general para el Reto Demográfico hasta la fecha, Francesc Boya, han deslizado en varias ocasiones durante los últimos años la pertinencia de que las soluciones partan del territorio y de que existan normativas específicas a nivel autonómico como la que aprobó inicialmente Castilla-La Mancha.
Soria ¡YA! aspira a que esa ley salga adelante cuanto antes en Castilla y León, y el Gobierno de Alfonso Fernández Mañueco deslizó la semana pasada que «trabaja en el borrador» en estos momentos. A la espera de que ese apunte augure movimientos a corto plazo, el nivel competencial del que goza la Junta también implica a esta administración en la batalla demográfica. Para empezar, con temas como la Sanidad, responsabilidad directa de la comunidad autónoma y foco de muchas de las quejas procedentes del mundo rural.
La reunión de Albarracín
Precisamente, para encauzar las demandas de los pueblos se creó en su día la Asamblea General de la Revuelta de la España vaciada, que se reunirá este fin de semana por sexta vez. Lo hará en el Palacio de Reuniones y Congresos de la Fundación Santa María de Albarracín, y con los cambios en el Gobierno como telón de fondo.
La cita arrancará con la presentación del informe de gestión anual, para después dar paso a grupos de trabajo que abordarán asuntos a nivel interno, y también de presencia en las calles, diálogo con las instituciones y formas de comunicar. Más tarde, se abrirá el foro a la participación de las plataformas y entidades que quieran hablar, «con el fin de escuchar sus planteamientos y preocupaciones en torno a sus territorios».
En esta cita, en la que participará la Coordinadora Rural de Zamora, también se definirán los detalles de la próxima acción de «Yo Paro por mi Pueblo», que se realiza todos los años en torno al 5 de octubre. «Para que sean una realidad objetivos como la igualdad territorial, la discriminación positiva, el plan de inversiones con medidas concretas viables, y la protección de los territorios, evitando su sacrificio y puesta al servicio de otros, es necesario mantener la presencia en la calle y en la opinión pública, así como el contacto con las instituciones», han indicado desde la organización de la asamblea. En el último punto, la expectativa está en la mirada que traiga el nuevo interlocutor principal.