Aparecieron en Fromago con banderas de León, camisetas blancas y voces más dispuestas que afinadas. Algunos habían aparcado en la parte de San Martín, muy lejos del estadio; otros se habían bajado del autobús por esa misma zona. Casi todos se toparon con el ambiente de la feria y algunos hasta apuraron entre los quesos hasta marcharse al partido. Otros prefirieron desviarse, quedarse más cerca del estadio o disfrutar de la previa con la afición local. Había tantos que cuesta ubicarlos a todos por la ciudad.
«Hemos venido 1.503 con entrada», advertían desde el bar Medieval Óscar García, Javier Gallego, Pablo Rodríguez y Alba Fernández. El plural hace referencia a los aficionados de la Cultural Leonesa, que este domingo invadieron la ciudad después de que los clubes consiguieran que el partido se disputara el domingo en lugar del viernes. Esa victoria contra el horario inicial permitió un desplazamiento de esos que evidencian el impacto económico que puede tener el cambio de categoría del Zamora CF para la ciudad.
Los cuatro jóvenes que hablaban son habituales de los desplazamientos de la Cultural: «Si podemos, viajamos. Vamos a todos los partidos que podemos ir», aseguraron los leoneses, que se organizan en el trabajo para poder seguir a los suyos. El de este domingo fue su estreno en Zamora, y es que, aunque los rojiblancos ya estuvieron en Primera Federación en la temporada 2021-2022, los restos de la pandemia aún limitaron mucho estos desplazamientos de las hinchadas. La 2024-2025 será otra cosa.
En realidad, cuesta medir el impacto económico real que puede tener para la ciudad un salto de categoría como este. Los estudios que se han llevado a cabo en los últimos años se refieren a clubes de Segunda División, un nivel por encima. Sin ir más lejos, la Ponferradina, que ahora comparte grupo con el Zamora CF, generaba en torno a 17 millones de euros por temporada cuando competía en el fútbol profesional, según un estudio realizado por la Cámara de Comercio.
Precisamente, la afición berciana es otra de las que suele mover gente, como la de Unionistas. Esos dos partidos están marcados en rojo para la ciudad. A partir de ahí, hinchadas como las del Lugo, el Ourense, el Barakaldo o incluso otras más lejanas como la del Nastic de Tarragona también aparecen en el foco, aunque les costará superar a la de la Cultural Leonesa este domingo.
La visión de los bares
Antes del partido, la peña Siempre Amanece AV4 organizó un recibimiento para los aficionados visitantes que sirvió para trazar una ruta de bares en los que el fútbol y el Zamora CF en particular son religión. Entre ellos está el ya citado Medieval: «Hemos quedado aquí y les hemos invitado al tapeo», señaló este domingo el responsable del establecimiento, Abel Merchán, que lanzó un guante para que más bares o comercios se sumen a «este reducto» de apoyo al deporte de la ciudad. Por respaldo sincero y por negocio, claro.
El propio Merchán comentó que, en su bar, el ascenso a Primera Federación se está notando con la llegada de aficiones de fuera, pero también con la presencia de hinchas rojiblancos para seguir los encuentros que los hombres de Juan Sabas disputan lejos. «Durante la temporada pasada venían veinte personas o así, y este año esa cifra se ha multiplicado por cuatro. A mí me ha asombrado», reconoció el hostelero. Todos los partidos se pueden seguir por la plataforma de pago FEFTV, no hay que buscar un stream raro como sucedía antes. Eso ayuda a fidelizar.
Aprecio mutuo y victoria visitante
Fuera ya de Fromago y de los bares, ver a las aficiones dentro del estadio sirvió para comprobar que el Zamora CF hizo una buena caja este domingo. Los leoneses ocupaban media preferencia, y también había algún hincha local más de la cuenta. La parte tranquilizadora fue que, en el ambiente que reinó, jamás hubo un atisbo de tensión. Las aficiones se dedicaron cánticos de aprecio mutuo, y solo algún vallisoletano que estuviera por allí pudo sentirse ofendido.
Lo peor de la tarde para la afición rojiblanca fue el resultado, en realidad. Los visitantes se impusieron 0-1 con un gol sobre la bocina y después de un partido soporífero en algunos tramos. Quizá, ninguno mereció los tres puntos, pero los vecinos se quedaron con el premio. En definitiva, la Cultural ganó y la ciudad también, aunque el Zamora CF, último en la tabla, ha de empezar a mejorar deportivamente si no quiere que derbis como este vuelvan a ser un recuerdo.