Hay queso. De hecho, hay muchísimo queso, más de mil doscientas variedades entre las que cabe un poquito de todo. Pero en los dos kilómetros que separan la plaza de La Marina de la plaza de la Catedral entran muchas más cosas. La Feria Fromago da cabida a multitud de pequeños negocios, muchos de ellos de la provincia de Zamora, que ofrecen sus productos, en todos los casos artesanos, a un público que llega buscando mayoritariamente queso. Y, detrás del queso, se encuentra mucho más.
Uno de los sectores con más presencia en los stands (a mayores del queso, evidentemente) es la miel. Los productores, muchos de ellos bajo el paraguas de Apis Durii, han acudido de una forma bastante notable a la capital para poner sobre la mesa su producto. Una de ellos es Ángela Pérez, de Mieles de Valcuebo, que durante estos días tiene su stand en la carpa de la plaza de La Marina. La feria, para ellos, va viento en popa, con unas ventas notables y con un impulso a la imagen de la marca y del producto en sí.
Pérez asegura que la miel de Zamora va abriendo hueco en el mercado nacional y celebra que son muchos los consumidores de otros puntos de España que llegan preguntando por un producto que cada vez ven más. El paso que falta, añade, es luchar para conseguir la marca de calidad, cuyas gestiones se están alargando. «Es un sector con mucho tirón», apunta la emprendedora.
En la carpa de la plaza de la Constitución, entre el queso, hay hueco también para el vermut. Una de las empresas que han acudido a la feria es Bendita Locura, la marca que Antonio Gayoso y Miguel Domínguez impulsan en Morales del Vino. Gayoso, que se encuentra al frente del stand a media tarde del viernes, subraya sobre todo el buen tono de la feria en lo relativo a volumen de negocio. «Hay mucha gente, pero también han venido empresas que quieren ampliar su oferta de producto y que nos han pedido que les mandemos parte de nuestra producción», asegura el empresario. «Nosotros venimos muy enfocados a este tipo de personas y los resultados son buenos», añade.
Un poco más adelante, en la misma calle de Santa Clara, los negocios ecológicos que forman Bioproeza ocupan una serie de stands consecutivos. Entre ellos está Alejandro Fontanillo, que regenta la empresa Caracoles de Sayago en Villar del Buey, la única empresa que comercializa caracoles de forma ecológica en Zamora. «Un producto que no es para todo el mundo» pero que se está abriendo un hueco en los paladares de un buen número de personas. «La feria va bien, están viniendo clientes que no habían probado un caracol en su vida y se animan», asevera Fontanillo. «Está bien que la gente abra su mente, hay más cosas aparte de queso», zanja.
El impulso al turismo de las Rutas del Vino
Entre tanto producto hay hueco también para las experiencias, como las que ofrecen las Rutas del Vino de Zamora, Arribes y Toro en su stand de la plaza de la Claudio Moyano. Las rutas proponen a los turistas visitas a los pueblos de la provincia en una época, para ellos, óptima, con la vendimia en una fase incipiente en varias comarcas de la provincia. «Nosotros tenemos una serie de experiencias cercanas a la ciudad y que están gustando mucho a los turistas», asegura Eva Gamazo, gerente de la Ruta del Vino de Zamora. Mención especial, claro, para las tres queserías que forman parte de la Ruta: La Antigua, Vicente Pastor y Laurus, ejemplo de lo la zona puede ofrecer al turista.