Las obras que se están llevando a cabo en el entorno del colegio de La Hispanidad están a punto de terminar, lo que dará inicio a una actuación similar en el entorno del Riomanzanas. Las obras continúan con la tendencia que se está llevando a cabo en toda la zona centro: dar más espacio al peatón a costa de quitárselo a los coches.
Aunque la idea era resolver las dos actuaciones durante el verano, los plazos son los que son y los alumnos, profesores y padres del Riomanzanas tendrán que aprender a convivir con las obras durante unas semanas.
El entorno del Riomanzanas va a sufrir «una transformación total». En estos momentos, la calle prioriza el paso de vehículos hacia los garajes, a pesar de que se trata de una vía sin más salidas. Cuando la obra se ejecute, esa circunstancia cambiará para dar paso a una plataforma única similar a la de la plaza de la Puebla. El espacio peatonal se configurará con losas de hormigón, plantación de arbolado, nuevo mobiliario y bolardos de protección para garantizar la seguridad y evitar estacionamientos indebidos.
El entorno educativo contará, además, con un acceso directo al colegio y con un espacio peatonal que dispondrá de celosías prefabricadas de hormigón, idénticas a las que se instalaron en la plaza de Ángel Bariego o en el aparcamiento disuasorio de la calle Villalpando. El carril que compartirán peatones y vehículos será de adoquines de hormigón. Toda la intervención tendrá un coste de 60.000 euros.
En los próximos días acabarán también, detalla el concejal Pablo Novo, las obras para crear una amplia zona de aparcamiento en La Vaguada y arrancarán las de reforma de la fuente junto a la iglesia de San Ildefonso.