El Teatro Ramos Carrión mira hacia al futuro con un camino más despejado. Para empezar, y por encima de todo, porque las obras que se están desarrollando desde hace meses para resolver los problemas de humedades en las salas polivalentes están a punto de concluir. De hecho, lo harán esta semana, a las puertas de Fromago, como estaba previsto. Así lo han confirmado fuentes de la Diputación Provincial, que han señalado que todo estará listo de manera inminente después de algunos años de paralización de la actividad en esta parte de las instalaciones.
Conviene recordar que, durante buena parte del pasado mandato, la institución intentó parchear los problemas que afectaban a esta zona ubicada bajo la terraza del Ramos, pero finalmente no tuvo más remedio que admitir que se hacía precisa una obra de calado para afrontar las humedades. La situación se encarriló en el verano de 2023 y la obra se ha ido ejecutando en los últimos meses a través de la instalación de dos capas de tela asfáltica para impermeabilizar la zona y del posterior hormigonado.
También se han llevado a cabo algunas obras de menor entidad, como la sustitución de una rejilla de recogida de aguas que presentaba un pequeño escalón o la retirada del tope de las puertas metálicas, que sobresalía del suelo y también provocaba caídas. Asimismo, se han reparado las molduras dañadas de la fachada. Los trabajos han costado 150.000 euros, pero finalmente el Ramos Carrión tendrá todas sus dependencias al completo de cara a la licitación del nuevo contrato.
Y es que esa es la segunda parte de la historia. Con las obras resueltas, la Diputación afrontará ahora el engorroso proceso administrativo de renovación del contrato de gestión de su teatro, que se encuentra caducado desde 2020. La UTE Viriato, compuesta por Eulen y Smedia, se hizo cargo del liceo en 2016 por un periodo de dos años ampliable a otros dos. Desde entonces, la institución tiene pendiente sacar los nuevos pliegos. Y parece que tiene intención de hacerlo ya.
En el Pleno del pasado viernes, el propio presidente, Javier Faúndez, confirmó que ya está elaborado el pliego de prescripciones técnicas, por lo que ya es posible «iniciar y lanzar la licitación», cuyos detalles habrán de conocerse próximamente. A partir de ahí, llegará el momento de abrir el concurso a las empresas que deseen hacerse cargo del Ramos, toda vez quedó claro que la gestión conjunta con el Teatro Principal no será una realidad a corto plazo.
Dardo al Ayuntamiento
El propio Faúndez lo dejó claro también el viernes. En esta ocasión, en una declaración ante los medios en la que aseguró que las conversaciones infructuosas con el Ayuntamiento de Zamora habían provocado un retraso de seis meses a la hora de poner en marcha los trámites administrativos: «Nos parecía una buena idea compartir la gestión, pero a última hora ni sí ni no», deslizó el presidente provincial, que señaló al concejal de Promoción Económica, David Gago: «Fue el que no quiso tomar la decisión», afirmó el mandatario alistano.
Más allá de las responsabilidades de cada uno, lo cierto es que ese capítulo parece cerrado por el momento, al menos hasta que el siguiente contrato del Ramos se agote y se abra una nueva ventana de oportunidad para abordar esa posible gestión unida de ambas instalaciones. Ahora, le toca mover ficha a la Diputación con su teatro y desencallar el proceso, una vez las dependencias ya lucen como deben para resultar más apetecibles de cara a las empresas del sector.