El alcalde de Toro, Rafael González, ha pedido este jueves que la oposición recapacite con el parque de bomberos y cambie su postura para permitir la mutación demanial subjetiva que reclama la Diputación de Zamora. Esa es la condición que pone la institución provincial para hacerse cargo del proyecto y construir las instalaciones en la parcela del antiguo matadero, conforme estaba previsto.
En una atención a los medios a la salida del Salón de Plenos de la institución provincial, donde ha comparecido en una rueda de prensa por otro tema, el regidor cermeño ha mantenido el mismo discurso que en anteriores ocasiones y ha considerado que la cesión del terreno, donde la Diputación prevé invertir 800.000 euros en el parque de bomberos, no implica «descapitalizar» al Ayuntamiento. Es más, González estima que lo que implica un daño para Toro es precisamente que la obra no se ejecute.
Rafael González ha hecho nuevamente un repaso de la situación, que básicamente está estancada en el siguiente punto: la oposición estima que la cesión que se plantea y como se plantea no favorece a los intereses de Toro y el equipo de Gobierno en minoría del Partido Popular se ve atado de pies y manos porque, sin los votos al menos del PSOE o de Nos Movemos por Toro, no tiene los números para aprobar ese movimiento. Mientras, la construcción del parque de bomberos sigue supeditada a que los grupos cambien de aprecer.
«No entiendo absolutamente nada, Bueno, sí lo entiendo. Están prevaleciendo los intereses personales o políticos por encima del interés de los ciudadanos de Toro», ha lamentado González, que ha insistido en que se trata de una cesión condicionada: «Si se deja de prestar el servicio, eso revierte al Ayuntamiento, pasen los años que pasen», ha repetido el alcalde, que ha opinado que el desgaste político que esto le genera a él no es relevante: «Cuando yo acabe en esto, volveré a mi vida profesional», ha asegurado.
«Faltas de respeto»
Además, González ha estimado que los grupos ya tenían una idea preconcebida antes del Pleno de la semana pasada: «No estamos hablando de poner una estatua de yo que sé, de Primo de Rivera, no. Estamos hablando de un parque de bomberos, que es esencial», ha considerado el alcalde de Toro, que ha lamentado las «faltas de respeto» que está sintiendo por parte de algunos miembros de la corporación.
«Me han llamado de todo: vago, dictador, mentiroso… Y yo creo que siempre he tratado a todo el mundo con respeto, algo que no he recibido del resto», ha zanjado Rafael González.