Julio fue un buen mes para el turismo rural en la provincia. Así se desprende de los datos publicados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística, que reflejan un incremento de los viajeros y las pernoctaciones tanto en los apartamentos turísticos como en los alojamientos de turismo rural, los dos epígrafes en los que el portal estatal divide a los negocios que se dedican a dar techo a los visitantes.
En lo referente a los alojamientos de turismo rural, la cifra de viajeros en el mes de julio creció desde los 7.198 del año anterior a los 7.955, un incremento superior al 10% que, no obstante, no se vio tan reflejado en lo que tiene que ver con las pernoctaciones, que se situaron muy ligeramente por encima de lo visto en 2023: de 15.933 a 15.939.
Esto quiere decir que, en este tipo de negocios, llegaron más personas, pero se quedaron menos días, justo lo contrario de lo que sucedió en los apartamentos turísticos, que siguen mostrando una tendencia al alza y que crecieron tanto en viajeros como en pernoctaciones.
Según los datos del INE, estas casas recibieron, en julio de 2024, a 2.306 personas, 145 más que en el mismo mes del año anterior. Lo que sucede es que las pernoctaciones subieron en una proporción mucho mayor: de 4.836 a 6.667.
Buenas sensaciones
Esto quiere decir que cada viajero disfrutó de una estancia media cercana a los tres días en cada apartamento, una cifra que se sitúa sensiblemente por encima de lo habitual en una provincia como Zamora, donde este verano ha transcurrido, en lo tocante al turismo, con buenas sensaciones, a la espera de conocer el balance definitivo con los datos de agosto en la mano.
Por lo pronto, en la suma de los dos epígrafes, Zamora superó las 22.500 pernoctaciones en los destinos rurales durante el mes de julio.