Zamora sigue en una dinámica demográfica difícil de revertir. Por mucha gente que llegue de fuera, que ahora mismo tampoco es tanta, el saldo vegetativo actual complica mucho que el agujero por el que la provincia pierde población se tapone, y los datos correspondientes al primer semestre de 2024, actualizados este jueves por el Instituto Nacional de Estadística, vuelven a poner de manifiesto esta realidad, a pesar de que aparezca algún detalle positivo en los números.
Según esas cifras oficiales, entre enero y junio de este año, murieron 1.052 personas más que las que nacieron en la provincia. Es decir, que si la tendencia se mantiene, a Zamora se le escaparán más de 2.100 vecinos por el camino del saldo vegetativo solo en este año. Es lo que tiene ser la provincia más envejecida de España, con un número creciente de personas mayores y una cifra de gente en edad de tener hijos que solo disminuye desde hace décadas.
No obstante, en este semestre, hay un detalle positivo para contemplar. Entre enero y junio han nacido más niños en Zamora que en el mismo periodo de 2021, 2022 o 2023. En total, 353 bebés, un 4,27% más que en el año anterior. Lo que sucede es que las muertes se han incrementado en un porcentaje superior, el 5,18%, por lo que el problema, lejos de solucionarse, se agrava.
Además, nuevamente, como sucede en años anteriores, un dato resulta revelador de la realidad de la provincia: en la semana del 18 al 25 de marzo, ya habían fallecido tantas personas como todas las que habían nacido en el 2023 al completo.