Las obras en La Vaguada finalizan al fin su fase administrativa final con la intención por parte del Ayuntamiento de que se ejecuten este mismo verano. Después de varios retrasos impuestos por el hecho de que han surgido actuaciones municipales más importantes, el alcalde y el concejal encargado de los trabajos, Francisco Guarido y Pablo Novo, presentarán este viernes el proyecto en el barrio.
El proyecto estuvo marcado por la polémica en la primera mitad del año pasado y jugó un papel destacado en las promesas de precampaña de los partidos políticos. El Ayuntamiento ha intentado coger el guante de los vecinos descontentos, «pocos» según han defendido siempre desde la Casa de las Panaderas y, de acuerdo con el plan presentado en su día, se mantendrá un espacio peatonal de más de siete metros y se instalará una valla para que los niños no puedan cruzar allá donde haya circulación de vehículos.
El proyecto que se va a llevar a cabo, salvo alguna modificación que se dará a conocer este viernes, es básicamente el que se presentó entonces como alternativa, que creará aparcamiento en superficie en una zona que está necesitada de ello pero que admitió una reducción de las plazas, hasta las 92 que se habilitarán desde unas pretensiones iniciales de 117 aparcamientos. Las aceras, recordaron en su día desde el Ayuntamiento de Zamora, serán más anchas de lo que son algunos puntos de la calle de Santa Clara.
El Ayuntamiento considera que el proyecto es «muy importante» para agilizar el tráfico en la zona y desahogar el aparcamiento, lo que redundará en dejar de ver coches aparcados en doble fila, una cuestión ciertamente habitual en el barrio, donde conviven negocios, vecinos, un instituto o la piscina de Los Almendros. «Se trata de un espacio infrautilizado que ayudará a mejorar el aparcamiento», confían fuentes municipales.
El plan con este espacio para el estacionamiento es que sirva como aparcamiento disuasorio, igual que el de la trasera de la calle del Ferrocarril. Esto es algo que encaja bien en la dinámica de las ciudades y se hace en un barrio que ya tiene una de las zonas verdes más grandes de la capital.