Ricobayo, Villalcampo, Castro I y II, Valparaíso, San Román, Nuestra Señora de Agavanzal y Cernadilla, además de los complejos de Porto de Sanabria y Galende. Una decena de instalaciones que convierten a Zamora en una de las provincias con más centrales hidroeléctricas de Castilla y León y que dan idea de la magnitud de la importancia de lo que supone, para la provincia, el fin de las concesiones hidroeléctricas. El proceso arranca en breve, el diez de octubre con la presa de Villalcampo, que revierte al Estado.
Lo que pase ahí, aseguran desde la Federación de Municipios con Centrales Hidroeléctricas de España, marcará camino. “Esta instrucción servirá como guía y asentará las bases de una oportunidad de futuro de los municipios cedentes de toda España”, apostillan desde el colectivo.
“Nuestra voz está siendo escuchada para paliar una deuda histórica. Se materializa en una propuesta sólida para que se valore la inclusión de proyectos socioeconómicos clave para el desarrollo de nuestras comunidades rurales en los pliegos para la contratación de las futuras concesiones que deberán presentar las empresas interesadas“, añaden. Es decir, los pueblos quieren sacar beneficios de las nuevas concesiones, algo impensable cuando las presas se construyeron pero que ahora se antoja fundamental para el territorio.
“Estamos ante un debate estatal que involucra por igual y sin distinciones a territorios de todas las comunidades de España”, dice Femembalses, que aboga por defender de forma conjunta todas las concesiones para obtener mayores beneficios para los pueblos. En los próximos 75 años caducarán en España 253 concesiones, diez de ellas (todas las que hay) en la provincia de Zamora.
Ya se han empezado a dar algunos pasos. La Dirección General del Agua propone incluir en los futuros pliegos de concesión criterios de carácter social, comunitario, medioambientales, turísticos o generadores de empleo que compensen a los municipios afectados por estas infraestructuras. “Esta predisposición abre un horizonte en la lucha contra la despoblación, el envejecimiento y por el progreso de las comunidades rurales al abrirse nuevas oportunidades generadoras de puestos de trabajo y de ofrecer una energía más barata tanto a empresas como a nuevos pobladores o inversores potenciales”, apuntan desde la Federación de Municipios con Centrales Hidroeléctricas.
Por esto, precisamente, es importante Villalcampo, porque abre camino. “Debemos conseguir incluir medidas concretas para el impulso social y territorial en el área afectada, la creación de comunidades energéticas o la creación de empleo que cimentarían las actuaciones posteriores en otros puntos de España”, aseguran.