Los ganaderos registran un importante repunte de los ataques del lobo desde que se prohibió su caza, hace ahora tres años. En este tiempo, la presencia de manadas de cánidos se ha disparado en la provincia hasta el punto de que ahora hay 71 más de las registradas cuando se permitía el control cinegético de la especie al norte del Duero. «Cada hembra tiene una media de 4 o 5 crías por camada y la tasa de supervivencia es del cuarenta por ciento. El aumento de la población del lobo» es, indica el delegado de la Junta en Zamora, una evidencia.
Los datos que da la administración regional son, indican las mismas fuentes, tajantes. En 2022 se produjeron en la provincia 324 ataques de lobos en todo el año. La cifra subió sensiblemente el año 2023, hasta los 373 ataques registrados (que se saldaron con 955 cabezas de ganado muertas: 727 de ovino, 219 de vacuno y nueve de otras especies, principalmente equina). En lo que va de 2024, con los datos oficiales en la mano, se han registrado ya alrededor de 300 ataques.
Fernando Prada indica que los expedientes iniciados el año pasado están «abonados al cien por cien» por una cantidad que supera los 371.000 euros. «Para la Junta es importante que la indemnización correspondiente llegue rápido», incide el delegado. De los expedientes abiertos en 2024, «el 90% están ya pagados», indican desde la administración regional.