En agosto, si uno se da un paseo nocturno por un pueblo cualquiera, corre el riesgo de tropezar con una verbena. Decenas de localidades de Zamora y de otras provincias celebran durante estas semanas sus fiestas estivales. Cada cual a su estilo, con sus tradiciones propias y con un gasto ajustado a sus posibilidades, pero prácticamente cada pequeño lugar habitado se anima a organizar eventos lúdicos para festejar que el pueblo está lleno y que la alegría vacacional se puede compartir.
¿Pero todo esto quién lo paga? Lo cierto es que hay distintos modelos. En algunos ayuntamientos, el dinero procede de las comisiones vecinales que, durante todo el año, se las ingenian para financiar la celebración de las fiestas en el pueblo; en otros, esa forma de obtener financiación se ve complementada por la aportación municipal; y en una tercera vía son las propias arcas municipales las que soportan todo el gasto previsto para la diversión.
Lógicamente, en función de cada sistema y de la ambición o la medida a la hora de elaborar el programa, el gasto público en fiestas fluctúa considerablemente entre unos ayuntamientos y otros. Los datos procedentes del Ministerio de Hacienda permiten conocer el detalle municipal de estas partidas y comprobar de paso cómo ese dinero va desde lo simbólico hasta cantidades ciertamente elevadas para pueblos de poco tamaño.
Dentro de los ayuntamientos que aportan los datos, que no son todos, el que más dinero gasta por habitante en sus fiestas es Salce. El municipio sayagués alcanza los 786,52 euros por habitante, según el Ministerio de Hacienda, y encabeza incluso la lista de Castilla y León. Por detrás, dentro ya del ámbito provincial, aparecen Santa Eufemia del Barco (402), Villaferrueña (373), Lubián (350), Carbellino (312), Olmillos de Castro (309), Roelos de Sayago (297), Villageriz (288), Porto (271) o Castrillo de la Guareña (254).
En algunos de estos casos, influyen varias circunstancias que conviene tener en cuenta. Por ejemplo, la capacidad económica de los ayuntamientos, que no siempre está exclusivamente relacionada con su población y que depende de los recursos que genere por otras vías. Por ejemplo, la de las energías renovables. Otra cuestión relevante es que la media por vecino se eleva cuando se habla de sitios poco habitados, y para contratar un par de verbenas ya hay que gastar unos cuantos miles de euros.
Sea como fuere, esta es una cara de la moneda. La otra está en los lugares donde prácticamente no se destina dinero público a las fiestas. Ahí destaca Santa Colomba de las Monjas, que en 2023 solo se dejó 4,07 euros por habitante en estas partidas; apenas mil euros en total. También llama la atención por abajo Zamora capital, con 8,84 euros por vecino, aunque aquí la cantidad en euros supera el medio millón.
La media provincial
En líneas generales, según los datos del Ministerio de Hacienda, los ayuntamientos de la provincia gastaron una media de 117,35 euros por habitante en este capítulo de fiestas durante el año 2023. Se trata de un incremento considerable en relación al ejercicio anterior, casi un 20% más. La cifra, de hecho, prácticamente duplica a la registrada diez años antes, cuando la crisis aún ahogaba a los municipios.
Zamora se sitúa ahora por encima de la media de las provincias en España, pero por debajo del promedio autonómico, que es de 133 euros por persona para un objetivo tan loable como lograr que el pueblo disfrute unido. Se pague como se pague.