El concejal de Obras, Pablo Novo, ha anunciado «in situ» la reapertura de la Bajada de San Pablo tras la finalización de las obras que se han llevado a cabo para transformar la vía en plataforma única y con preferencia peatonal. El proyecto se presentó a finales del año 2023, aunque los trabajos sufrieron un retraso por el imprevisto que surgió en Puerta Nueva, en el paso de la avenida de Portugal.
Finalmente, tras esa pequeña demora, el Ayuntamiento ha podido acometer esta obra cuya ejecución ha tenido que ver con la «práctica inexistencia» de aceras, de apenas 60 centímetros, en una vía céntrica de doble sentido de circulación y preferencia en sentido de subida, unas circunstancias que convertían la zona en un espacio «inseguro» para conductores y peatones.
Cabe recordar que, antes de comenzar las obras ahora concluidas, la zona ya había quedado configurada con un único sentido de bajada, algo que se extenderá al resto de la calle desde su conexión con San Pablo una vez finalicen los trabajos en el muro de Puerta Nueva, «lo que permite ganar diez plazas de aparcamiento gratuito».
Las actuaciones, que se han llevado a cabo en el plazo de dos meses tal y como establecían los pliegos, han consistido en la eliminación de los desniveles entre las aceras y la calzada. Para ello, se han realizado trabajos de demolición del pavimento, sustituido por baldosas de colores y adoquines de hormigón. De este modo, la vía se distribuye en dos espacios peatonales, delimitados por mobiliario urbano, bolardos y señales.
El pavimento de colores es el mismo que el que se ha colocado en las calles Villalpando y Ferrocarril, que viene a sustituir a las tradicionales baldosas grises hidráulicas que se pueden ver por numerosas zonas de la ciudad. En medio de estos dos espacios, hay un «carril de coexistencia» para peatones y vehículos, con el mismo adoquín negro utilizado en la plaza de la Puebla, San Andrés y Martínez Villergas.
Otras actuaciones
Al margen de esta obra, Pablo Novo ha asegurado que continúan «a buen ritmo» los trabajos de reforma en los baños de Valorio, una intervención que ha calificado de «muy necesaria» para garantizar la accesibilidad y durabilidad de estas instalaciones. También están en marcha las obras en la cubierta de la sede de la asociación de vecinos de San Isidro y los contenedores soterrados en la calle La Laguna.
Por último, el responsable municipal de Obras ha comunicado que está prevista también una intervención para poner a punto el estanque del Sillón de la Reina, el único espacio acuático que continua sin funcionar y que, hasta el momento, no contaba ni con bomba ni con desagüe. La intención es que sea funcional.