El subdelegado del Gobierno en Zamora, Ángel Blanco, reconoce que la Guardia Civil no ha sido capaz de momento de explicar la reducción de la atención al público en los cuarteles a los alcaldes de las localidades afectadas. Ángel Blanco asegura que los documentos y estudios que la Benemérita ha elaborado para acometer esta medida son contundentes, pero reconoce a la vez que «hablamos de otras consideraciones» cuando se trata de explicar el sentir de los alcaldes. «La Guardia Civil toma esta medida con la idea de mejorar el servicio al público, no para que haya menos servicio», recuerda el subdelegado.
Blanco anuncia además que a finales de septiembre o comienzos de octubre se llevará a cabo una nueva reunión con los alcaldes, similar a la que se celebró el pasado jueves, para poner sobre la mesa los resultados de la medida. «De momento vamos a tildar estas medidas de provisionales. Se tendrán en cuenta las consideraciones de los alcaldes y se adoptarán las medidas que se estimen más oportunas». Con todo, el subdelegado ha añadido después que los estudios realizados con la Guardia Civil «son muy sólidos».
Por lo demás, Ángel Blanco incide en el argumentario oficial de que «esto no es un plan del Gobierno, ni de la Subdelegación del Gobierno, y sí una iniciativa de la Guardia Civil de Zamora» que, «con la mejor intención del mundo, intenta aprovechar al máximo todos los medios existentes para prestar un mejor servicio a la ciudadanía», con «más patrullas sin abandonar la atención al público en los cuarteles».
El subdelegado del Gobierno subraya que «no se va a cerrar ningún cuartel» y encuadra los temores de los alcaldes en la experiencia vivida antes con otros servicios, como los consultorios. Y, sobre este punto, ha mandado un mensaje a la Diputación de Zamora, que la semana pasada envió una carta a todos los alcaldes de la provincia para que firmaran y se posicionaran en contra del cierre de cuarteles: «No hicieron lo mismo cuando cerraron los centros médicos ni cuando faltaron autobuses», apunta Blanco.