En el día de la presentación de Mbappé me crucé con alguien que había decidido que era el mejor momento para lucir la elástica del PSG rotulada con el nombre de Neymar. Estos dos sucesos aparentemente inconexos me recordaron que las mejores réplicas siempre se me ocurren el día después. Cuando nadie me escucha. Cuando se ha esfumado la posibilidad de espetar a la cara esa frase ingeniosa que te deja un escalón moral por encima y cierra de manera definitiva la discusión. Cuando todo lo que podía decirse, en resumen, ya no tiene razón para ser dicho porque la entestada realidad ha dibujado un escenario ajeno a mí.
Nos busca las cosquillas la vida y en ocasiones nos vemos sacando del cajón una camiseta que en 2017 parecía un buen fichaje y que en 2024 solo apela a un recuerdo lejano de carnaval. Inocentes de nosotros, que solo querríamos tener razón durante un ratito o hacer creer al vecino de enfrente que confiábamos en la Selección de Luis de la Fuente desde mayo. Inocentes, porque creímos que dos años después de los mayores incendios sufridos en esta provincia habría algún cambio tangible a nivel social y político.
Recuerdo la foto del ínclito García-Gallardo agachado acariciando la ceniza tras los fuegos de la Sierra de la Culebra con aire pensativo y aquel fallido concierto inicial que propuso con ánimo de reparar la devastación. Cuando García-Gallardo llegó a la vicepresidencia de la Junta seguro que alguien le contó la manida historia de Brad Pitt en Valladolid. Aquella de que durante la Seminci de 1991 un joven Pitt vagó por los bares mientras presentaba Thelma y Louise y una pucelana que no iba a salir un martes acabó compartiendo cama con el futuro galán de Hollywood, y que por eso nunca hay que dejar pasar la oportunidad de salir un martes.
Nuestro ya exvicepresidente no ha dejado pasar ninguna oportunidad de lucir su catadura moral, trufando sus comparecencias de estos dos años y medio con esas frases ingeniosas que le han dejado en el escalón que corresponde, que cierran discusiones. Un hombre de esos que tienen la réplica en el momento exacto y que nunca se pondría la camiseta de Ciudadanos el día que el gobierno de Mañueco vuelve a ser monocolor.
Con cierta tendencia a llegar tarde a los sitios y a las ideas no tengo claro que al sacar esta columna del cajón dentro de siete años no piense que fue una pésima motivación la que me llevó a unir fútbol y política. Ni menos aún incendios forestales. Tal vez me haría ilusión estar otra vez equivocado al constatar en 2031 que los cambios en la gestión del territorio y del patrimonio natural hayan conllevado la recuperación ecológica y demográfica de una tierra castigada en demasía. Mientras tanto seguiré encontrando las réplicas adecuadas el día después, lamentando no rebatir determinados discursos con más firmeza y buscando nuevas oportunidades para salir un martes.