Bermillo de Sayago ha decidido paralizar el proyecto del macroparque eólico previsto para la zona hasta que estudie el convenio y estén claras las consecuencias económicas, medioambientales y pasaijísticas que tendría para el pueblo. Así lo confirma la alcaldesa del pueblo, Ángeles Martínez, que es de la única que ha puesto pie en pared ante un proyecto que podría hipotecar la vida de la zona durante las próximas décadas.
Tanto Muga de Sayago como Almeida, los otros municipios afectados por la instalación de molinos, han dado ya luz verde al convenio con la empresa. Bermillo, mientras tanto, aún no lo ha llevado ni siquiera a Pleno. «Es algo muy importante para la comarca, y no vamos a dar el visto bueno al convenio hasta que esté claro que es positivo para el pueblo, algo que a día de hoy todavía no está claro», apunta Martínez.
Una de las principales discrepancias es que el pago que se establece es una compensación por molino efectivamente instalado. Y la cifra, que era una cuando el proyecto echó a andar antes de la pandemia, parece ser ahora otra, indica la alcaldesa. Menor, para más señas, lo que hipoteca la cantidad de dinero que ingresaría la empresa, Renner Energies España, S.L., a las arcas del Ayuntamiento de Bermillo de Sayago. Este es el Ayuntamiento, cabe recordar, más afectado por la instalación del parque, pues la mayoría de los molinos se reparten entre sus pedanías.
Tampoco convencen los años de duración del contrato, 25 prorrogables «que harán que los molinos estén aquí por lo menos 45 años sin que podamos decir nada». La alcaldesa de Bermillo de Sayago añade que es una decisión «que va a hipotecar el futuro del pueblo durante varias décadas», que «debe ser muy reflexionada» y que en su toma debe participar «todo el pueblo. Cuando se vote, convocaremos a todos los vecinos para que todo el mundo pueda dar su punto de vista». Sobre las peticiones concretas a la empresa, Bermillo asegura que se ha puesto en contacto con la sociedad y ya le ha transmitido sus demandas sin que, de momento, exista contestación.
Conviene recordar que los terrenos afectados serían casi en exclusiva monte público, por lo que los ayuntamientos tienen mucho que decir en el proceso. En contra del parque está la plataforma Otra Vez No en Sayago, que acudió en su día a los plenos de Muga y Almeida y que estará presente en el de Bermillo cuando se convoque. El planteamiento de la plataforma es que los efectos nocivos del parque para la ganadería, la agricultura o para el turismo de los pueblos son mucho más perjudiciales que los beneficios económicos que pudiera tener. «Si fuera bueno, no lo pondrían aquí», aseguraban en su día.